En su afán por engrosar con varios millones de dólares sus lucrativas cuentas bancarias, magnates capitalistas gringos, en tácita alianza con “genios” del marketing televisivo, planean modificar la genuina esencia del beisbol a través de la implementación de una serie de controversiales reglas, unas más disparatadas que otras.
En complicidad con Rob Manfred, el flamante comisionado de Grandes Ligas, y de Tony Clark, como representante de los peloteros, perversas mafias que azotan al viejo y querido beisbol buscan reducir drásticamente la duración de los partidos para facilitar sus programaciones a través de la pantalla chica. El problema radica en el daño que le causarían al espectáculo deportivo.
Estas mafias, ilustres ignorantes de la genuina esencia del juego, planean realizar más de media docena de ridículos cambios en las reglas, entre las cuales destacan: base por bolas intencional automática, regalar un corredor en segunda base cuando se llegue a extra-innings y la implementación del bateador designado en la Liga Nacional.
Otorgar la base por bolas intencional, sin que el pitcher lance a home, constituye un soberbio disparate, por la cantidad de posibles jugadas que desaparecerían de la escena.
Por ejemplo: Si el lanzador acerca un pitcheo al bateador, éste puede conectar un imparable, doble, triple o jonrón. Puede haber wild pitch, balk, interferencia del cátcher, robo de home o corredores sorprendidos por el pitcher.
Los intereses capitalistas que manejan los magnates de los medios de comunicación gringos y su perversa maquinaria capitalista, más interesada en acumular divisas que en el beisbol, esperan bajar el promedio de duración de los partidos a dos horas y media.
No sería descabellado pensar que, en caso de prosperar sus pedidos, luego soliciten una drástica reducción de los innings jugados, que los bateadores se ponchen con dos strikes, o que se otorguen los boletos con tres bolas malas. Lo malo, no es que los emporios de comunicación soliciten cambiar las reglas para destruir la genuina esencia del beisbol, sino que los jerarcas y dirigentes de MLB las acepten.
Panamá y Cuba no recibieron «ni medio»
Con las tablas en la cabeza salieron los jugadores de Toros de Herrera y Leñadores de Las Tunas, flamantes finalistas de la Serie del Caribe Panamá 2019, al enterarse, luego de culminado el torneo, que no recibirán “ni medio” por su destacada actuación, debido a su calidad de “invitados” al certamen.
David Sayalandía, presidente de la liga panameña de beisbol profesional, confirmó que la Confederación del Caribe, además de no devolverles ni una puya por las mejoras realizadas al estadio Rod Carew, ni mucho menos asumir el pago de salarios, hoteles y transporte de los peloteros, entregó como “premio” 115 mil dólares a Estrellas Orientales (Dominicana), y 60 mil a Charros de Jalisco (México), equipos que culminaron la serie en tercero y cuarto lugar respectivamente.
Estos crápulas del beisbol, cual aves de rapiña, luego de causar pérdidas millonarias en Venezuela y Panamá, pretenden modificar a partir del 2020 el formato de la Serie del Caribe. Se jugaría en Estados Unidos durante la última semana de enero, con la finalidad de “no afectar” el spring training de Grandes Ligas. “Misterios del deporte”, como diría mi abuela.
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La Selección Nacional en categoría de mayores, quedó ubicada en el Grupo B del Torneo Premier 12 que se jugará entre el 2 y el 17 de noviembre en Taiwán. Venezuela luchará con Puerto Rico, Taiwán y Japón, por un cupo a los Juegos Olímpicos 2020.
Miguel Cabrera se viene con todo
Miguel Cabrera afina detalles para consolidarse nuevamente como el “Papá de los Helados” en Grandes Ligas. “El Muchacho de la Película” pudiera alcanzar en la temporada que se avecina numeritos que lo catapultarían al templo de los inmortales de Cooperstown.
Recordemos que a Miguelito sólo le falta conectar 24 imparables para llegar a 2 mil 700 en Grandes Ligas. Albert Pujols, es el único pelotero latino activo con más sencillos que el criollo (3 mil 82).
Al slugger maracayero le faltan 65 remolcadas para arribar a las mil 700, y 35 jonrones para integrar el selecto grupo de los 500.
Abocado a recuperar su reinado en las Mayores, donde ha ganado cuatro títulos de bateo, una triple corona y dos premios como Jugador Más Valioso, Cabrera no escatimó esfuerzos para optimizar su acondicionamiento físico, que lo alejen de una buena vez de las lesiones que lo han aquejado durante las últimas dos temporadas. Para ello, sigue un novedoso plan de entrenamiento, empleado por jugadores de fútbol americano, combinando pesas y ejercicios de elasticidad.
Finalizamos la presente columna, con una reflexión de Billy Martin, legendario mánager de los Yanquis de Nueva York: “Eso de echarle la culpa a los umpires es cosa de perdedores. Los ganadores jamás lo hacen”.
