“Manuel Cabesa, poeta del Celarg” por Luis Alberto Angulo

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Creo que Manuel Cabesa era el poeta más joven de los que  integraban el taller de poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), Caracas 1981-1982. Nos hicimos amigos desde el inicio y hemos mantenido ese sentimiento desde entonces pese a no conseguirnos con frecuencia. En aquellos días, él vivía con su familia en Catia y allí lo visité un par de veces.

Manuel era entonces una especie de precoz geniecillo literario, gran lector y escritor vocacional compulsivo. Aquel grupo de gente que se reunía cada martes durante dos horas en la antigua sede del “Rómulo” en Altamira fue muy grato e importante, de manera especial para nosotros, otrora jóvenes poetas.

El CELARG había convocado a un certamen para la obtención de una bolsa de trabajo durante un año; el compromiso  era asistir a una reunión semanal y entregar al final un poemario. La coordinación del taller la realizó el guayanés Luis García Morales, buen poeta y extraordinaria persona.

 

Manuel Cabesa-Sábado-Lis Alberto Angulo

Garcia Morales tenía grandes amigos poetas y los llevaba al taller. Allí la mayoría de nosotros conoció personalmente a Vicente Gerbasi, Juan Sánchez Peláez, Guillermo Sucre y Argenis Daza Rodríguez, entre otros que ahora se me escapan porque no pude asistir a las sesiones finales al tener que radicarme con mi familia en otro país durante un tiempo.

Si las sesiones del taller en el CELARG eran estimulantes, las del pos-taller no eran menos. Manuel fue siempre un buen compañero de aventura en esas actividades. Recuerdo algunas anécdotas de nuestras incursiones en Sabana Grande.

 

Una noche, en el bar La Bajada, se sentó a nuestra mesa un personaje muy amigable y se puso a cantar de manera inaudible para todos los demás. Cantaba como dicen que cantan los ángeles. Aquel personaje sencillo y humano que nos obsequió un recital inolvidable; era un gran cantante, quien por aquellos días había perdido totalmente la fuerza de su voz, pero no podía dejar de cantar. Supimos después que se trataba de Gualberto Ibarreto, gloria del canto popular nacional.

Manuel Cabesa no ha perdido su fe en la palabra escrita manteniendo vivo el fuego de la poesía que lo tocó desde muy joven. Es uno de los poetas baluartes de la generación del ‘80 en Venezuela y ha ejercido un papel muy importante como ductor poético en Maracay (a la manera de como lo hizo Harry Almela y ahora hace Efrén Barazarte), formando a jóvenes en el difícil arte de la escritura creativa sin otra recompensa ni otro reconocimiento que el de saberse útil. Un saludo fraterno desde nuestro columna “Sábado”, hoy en su Recital de poesía al que podemos asistir u oír diferido a través de la magia tecnológica virtual.

 

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Ficha:

MANUEL CABESA

(Caracas, 29/XI/1960). Poeta, narrador, ensayista y bibliotecario; reside en el estado Aragua desde 1994. Fue beneficiario de los Talleres de Creación Literaria del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG) en tres oportunidades: poesía (1980); narrativa, (1999) y ensayo histórico, (2002). Con el apoyo de la Coordinación de Literatura  de la Secretaría de Cultura del estado  Aragua inicia en 1999 un taller literario que aún se mantiene activo de forma independiente bajo el nombre de Los Moradores y fue miembro fundador de la Agrupación Cultural Pie de Página. Ha representado a Venezuela en el 1er. Taller Iberoamericano de Poesía (Cuba, 1993); Festival de la Cultura del Caribe (México, 1996) y Festival del Nuevo Cine Latinoamericano (Cuba, 1999).

 

Como tatuaje de niebla

 

“Solo la poesía renace en el silencio
de lo que no se nombra y nos habita”.  Wilfredo Machado

 

1.
Oquedades que iluminan
la parte oculta
………….del lenguaje
la trampa del poema
que nada dice
porque su dicha
es la ardorosa consumación
de la nada
apenas presentida
2.
Arrogante maduración del instante
en el tumulto de sílabas
que presagian algún nombre
visión fugaz que se pierde
en un azahar de anhelos
dentro de mí
la fe arde como la sangre
serenamente compasiva
ante el íntimo temblor
………………………………..de una palabra
3.
Inocencia y memoria
me acompañan mesuradamente
a través de inmensos ventanales
de inconfesable hospitalidad
son ausencias convocadas en el rostro
de la palabra ausente
es la integridad de un silencio
de un vacío
nómada figura de la voz
en el tránsito del decir
4.
Inconfesable rareza
del tiempo vuelto imagen
con letra desesperadamente extraña
escribo
¿describo / transcribo?
el vuelo de un ave
detenido en mitad de su órbita
paisaje consumido en sí mismo
figura de omnisciente esplendor
5.
Silencio esclarecido
vuelto hacia el cauce
torrencial de la existencia
intimidad plural de la materia
cuya densidad nos cerca
por simple piedad
por imposible amor
por definitiva consagración
del tiempo

 

(Letralia)

 

***

 

Luis Alberto Angulo [Rivas]. Poeta, promotor, animador cultural, editor literario y articulista nacido el 13 de enero de 1950 en Barinitas, estado Barinas, residenciado en Valencia. Autor de los libros Coplas de la edad ligera (2021), Antología del decir (2013), y La sombra de una mano (2005), publicaciones de Monte Ávila Editores  (Colección Altazor), así como de Fusión poética (2000) en la Universidad de Carabobo; tomos que compilan su obra poética integrada por una veintena de poemarios. Obtuvo el Primer Premio del IV Concurso Internacional de la Revista Poesía (UC). También es premio nacional de poesía Dr. Francisco Lazo Martí del Ateneo Popular de Calabozo y Primer premio de poesía de la Universidad Rómulo Gallegos en San Juan de los Morros. Ha publicado selecciones poéticas de San Juan de la Cruz, Miguel Hernández, Enriqueta Arvelo Larriva, Ana Enriqueta Terán, Lubio Cardozo y de Ernesto Cardenal (de quién es prologuista de la única edición en vida de su Obra poética completa), así como la antología Rostro y poesía, Poetas de la Universidad de Carabobo.

 

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