Las historias de romances adolescentes siempre serán un gusto culposo para mí, por eso, ésta no será la excepción. Tal vez se trate de una historia un tanto normal y corriente, pero que fácilmente podría ser un caso en la realidad. Love, Simon (Con cariño, Simón; por su traducción al castellano), dirigido por Greg Berlanti, es una adaptación cinematográfica de la novela adolescente creada por la escritora Becky Albertally (Yo, Simon, Homo Sapiens; 2015). Cuenta con un elenco que me gustó mucho, porque a pesar de que son “rostros nuevos” (sí, ya sé que tiene sus años, pero ajá), sus actuaciones son muy buenas, sobre todo Nick Robinson (también lo vi actuar en otro films y me encantó); aunque también salen los espectaculares Jennifer Garner y Josh Duhammel.

 

Love, Simon-El rincón cinéfilo, Isabel Londoño

 

Simón se auto describe como un chico normal, con una familia normal y buenos amigos, aunque esconde un secreto: es gay.

A pesar de que, se supone, está en un entorno muy empático, siente miedo e inseguridad. Para empezar, su padre es el típico padre orgulloso de las conquistas femeninas (imaginarias) de su hijo, y aunque es muy cariñoso, no deja de ser un tipo tosco que siempre hace chistes sobre los gays. También en su escuela, donde hay “100% tolerancia”, le hacen bullying a otro chico desde que salió del closet. Y como en toda escuela, hay una página de chismes, en donde alguien en anónimo (Blue) confiesa que es gay; esto sorprende a todos porque no saben de quién se trata. Simón no pierde la oportunidad y empieza a intercambiar mails con él, con la esperanza de algún día conocerse (al final, Simon busca estar con alguien con quien tenga cosas en común y lo entienda), pero tantos chicos envían tantas señales que el pobre Simón ya no sabe quién podría ser Blue.

 

Love, Simon-El rincón cinéfilo, Isabel Londoño

 

La historia es un poco simple, pero todo ocurre de tal forma que Simón, “sin querer queriendo”, crea un enredo total entre sus amigos y terminan por filtrarse sus conversaciones con Blue, lo que hace que todo el mundo sepa sobre la condición de Simón y “su novio”. En casa no es diferente, Simón revela su secreto y esto toma por sorpresa a su padre, que no sabe cómo reaccionar y la situación en casa se vuelve un poco… tensa, aunque por miedo de crear alguna reacción negativa. La madre de Simón de alguna forma lo presentía (a las madres nada se les escapa), aunque sí le confesó que ella se sentía dolida de que él no tuviera la suficiente confianza con ellos para contarles (realmente son unos padres excepcionales).

 

 

Creo que la cuestión aquí no es sobre si Simón es gay y tiene un ciber romance, es más bien sobre la capacidad para afrontar al mundo con cualquier decisión que tomemos (jóvenes y no tan jóvenes); y que cada cosa que hagamos, sepamos realmente en quién confiar para apoyarnos. Tal vez si Simón hubiese sido sincero con él mismo desde un principio, no hubiese ocurrido todo el caos que ocasionó por sus miedos e inseguridades. Aunque, tal vez por confiado le pasó todo eso; creyó que podría manejar la situación hasta que ya no supo qué hacer y se le salió de las manos, en lugar de simplemente decir la verdad. Esa pelea interna entre el qué dirán y el querer ser quien realmente es, es un completo dilema y hace que algunos adolescentes (en este caso) caigan un poco en conflicto.

 

 

El momento de salir del closet o de destape, se entiende que es un proceso muy personal, y el hecho de que la noticia de Simón haya caído en manos equivocadas, le arrebató a Simón la decisión sobre cómo y cuándo destaparse. Y quizás por ese mismo suceso, es que Simón no habla de la mejor manera con su propia familia. Lo hace por impulsividad y con una falsa seguridad. Por eso, uno de mis momentos favoritos, es cuando madre e hijo por fin hablan; ella es muy comprensiva y muy clara al decirle (algo más o menos así): es tu vida, y me duele no poder hacer nada para que no sufras al enfrentar al mundo porque estarás solo con las decisiones que tomes.

 

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Muchos no entendieron el mensaje, pensaron que su madre hablaba de dejarlo a su suerte y que lo rechazaba, pero es todo lo contrario; por más que su madre quiera estar con él en todos los momentos de su hijo, entiende que no es su responsabilidad y no podrá estar con él en cada paso para protegerlo de todo lo que le vendrá. Y no, ella tampoco solo hablaba del hecho de ser gay, hablaba de su vida en general, porque simplemente todos pasamos conflictos y no siempre tendremos a nuestros padres para que nos auxilien. Esta escena, aunque es muy corta, se le saca mucho, pero que mucho sobre qué reflexionar.

 

Love, Simon-Simón

 

Y me atrevería a decir que la narrativa no solo trata de un chico gay, sino más bien sobre la empatía, la confianza, la tolerancia, la autoestima y tener (al menos) una somera idea de cuál decisión tomar entre varias que tengamos en mente. La vida es tan fácil y tan compleja a la vez, que se podría resumir en simplemente las decisiones que tomamos, ya sea buena o mala, eso determinará cada episodio de nuestro personaje que, a fin de cuentas, nunca deja de desarrollarse. Así que, si quieren un film algo rosa, fresco, juvenil y reflexivo, este es ideal; y como le digo siempre: “Si no la han viso, véanla, y si ya la vieron, vuélvanla a ver, no tiene perdida de nada”.

 

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Isabel Londoño-columna El Rincón CinéfiloIsabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.

Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.

 

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