Ya parece algo muy común ver en los grupos de Whatsapp y otras redes sociales y grupos de opinión a camaradas de las distintas izquierdas enarbolando un encendido discurso contra Nicolás Maduro, contra la revolución Bolivariana y casi pidiendo a gritos la resurrección del comandante Hugo Chávez.
Se trata de valientes, mujeres y hombres, que hasta ayer formaban parte, y algunos aún lo forman, de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y hoy, con razón o no, han venido retirando ese apoyo. Algunos abiertamente se pasaron a las filas contrarias al chavismo, mientras la mayoría se siguen declarando parte del “chavismo puro”.
En los últimos días hemos visto como se ha desatado una inmensa campaña dirigida a los sectores «críticos» de nuestra revolución que plantea un deslinde de estos de la «derecha que se ha adueñado del Psuv».
Mi opinión es que “Si el Comandante Chávez estuviera vivo esto no estuviera pasando…”
El principal argumentos y la opinión de estas y estos camaradas para meterle de frente al presidente Nicolás Maduro y a la Revolución Bolivariana es el “pacto del gobierno con la alta burguesía”, también dicen algunos que “este gobierno aplica una política neoliberal”, y lo más importante, por ser un argumento común en el discurso de estas compañeras y compañeros, es la casi consigna “si el comandante Chávez viviera esto no estuviera pasando”.
Parece muy propicia la crisis generada por la inflación y la subida enloquecida del dólar, tanto el today como el del BCV, para insuflar las pasiones y declaraciones emocionales. Y es que no es cuento lo que estamos viviendo las venezolanas y venezolanos con este rollo de la inflación, inducida o no inducida.
No es cuento también que mientras las trabajadoras y trabajadores nos la vemos difíciles con la situación económica, muchos de nuestros alcaldes, ministros, gobernadores y diputados hasta humildes jefes de zonas educativas se dan la gran vida.
Gordos como unos cochinos y montados en unas «maracas» de camionetas que ni los verdaderos burgueses han podido adquirir, llegan al gobierno en alpargatas y salen siendo dueños de grandes fincas, quintas y apartamentos. ¡Esto no es poca cosa!
Que hay ministros corruptos, que con un salario de 700 Bolivares los vemos montados en camionetas último modelo que no pueden justificar, que hay gobernadores y alcaldes ladrones y que las decisiones en el PSUV en la mayoría de los casos están secuestradas por estos, parece una vaina que cuesta trabajo ocultar.
Parece que es difícil ocultar que una corriente de derecha y el reformismo se ha venido apoderando del partido construido por el comandante Hugo Chávez y las decisiones que en su seno se toman.
¿Y las revolucionarias y revolucionarios que debemos hacer ante esta realidad?
¿Será que nos ponemos en la acera de enfrente y comenzamos a tirarle piedras al presidente Nicolás Maduro culpándolo de toda esta mavita que nos ha caído, o lo escuchamos con atención y nos ponemos de su lado para reorientar el rumbo del legado del Comandante Chávez?
Parece que es necesario ubicar a esos sectores que vienen haciendo daño, que se infiltraron en los espacios de poder y de toma de decisiones en el partido y al mismo tiempo ponernos del lado del Presidente Nicolás Maduro para enfrentarlos y avanzar en la construcción del socialismo del siglo XXI que nos legó el comandante Chávez.
Debemos estar conscientes, “claras y claros” del combate entre ricos y pobres, explotados y explotadores, siervos y lacayos, proletarios y burgueses, la lucha de clases púes, la lucha de clases.
…viejo combate de la humanidad, que hoy está más vigente que nunca.
Descubrir dónde está el enemigo, organizarnos y combatirlo, pero eso sí, sin perder de vista el otro combate, el combate de nuestra nación, nuestro pueblo contra el imperialismo norteamericano y sus lacayos internos vestidos de opositores y también de reformistas.
Generar corrientes de opinión positivas
Las revolucionarias y revolucionarios debemos buscarnos, organizarnos y dentro del Psuv dar la batalla contra las distintas corrientes de opinión reformistas y derechosas que se han venido apoderando del partido y del gobierno.
Creemos que es en esa dirección donde debemos lanzar las piedras y no contra el presidente Nicolás Maduro, que a mi parecer ha sido un dirigente capaz en el combate contra las medidas coercitivas del imperialismo y sus secuaces internos.
Al tirarle las piedras al presidente Nicolás Maduro, pudiéramos estar haciéndolo el juego a esos sectores reformistas que seguro estamos, cuando se caiga la revolución los veremos al lado de los viejos opresores que ayer nos persiguieron y jodieron, pendientes púes…
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Dámaso J. Pérez C. / Ciudad Valencia
