Señal de buena memoria

Hoy por hoy diversos estudios científicos han revelado múltiples facetas de cómo trabaja el cerebro en señal de tener una buena memoria.

El cerebro trabaja de forma selectiva y escoge la información a almacenar, para luego pensar de forma más inteligente en la toma de decisiones, según investigadores. Un especialista explica cómo ocurre esto y la función que cumple dormir en este proceso.

«Por qué olvidar es verdaderamente importante para la memoria» es el título de una investigación de este año de la Universidad de Toronto. En el texto se aclara que «la verdadera meta de la memoria es optimizar la toma de decisiones». Así lo expresa en la publicación uno de los investigadores, Blake Richards.

El profesor también explica que esto ocurre muchas veces, pues el cerebro debe olvidar detalles irrelevantes para centrarse en los más importantes, lo cual nos ayudará a tomar decisiones más inteligentes en nuestra vida cotidiana.

 

Hoy la metáfora tecnológica que tenemos para el cerebro es una computadora, que nunca olvida. Y por eso el olvido se ve muchas veces como un fracaso o un problema de salud.

Pero en realidad «es un gran éxito», a criterio del doctor argentino Roberto Rosler, neurocirujano y profesor de neurofisiología, neurociencias y neuroanatomía, e integrante de la Asociación Educar (Argentina) quien afirmó que la capacidad de olvidar permite a nuestro cerebro ser plásticos, creativos y muy diferentes a la computadora.

 

Dormir bien genera una señal de buena memoria

Dormir bien y tener un buen sueño es crucial para conservar una buena memoria y mantener un cuerpo sano. En los niños y adolescentes se recomienda dormir nueve horas diarias.

«Los adultos precisamos dormir ocho horas los 365 días al año. Se ha visto que dormir seis horas tiene un impacto de 40% en la pérdida de memoria», explicó el especialista.

 

En un mundo saturado de información es difícil recordar todo lo que se recibe en un día, desde el teléfono móvil y la computadora, en el contacto con otras personas.

El cerebro tiene una especie de cuello de botella denominado «memoria de trabajo». Según Rosler, nuestra memoria tiene límites, podemos procesar cuatro datos cada 20 minutos, por ejemplo. Eso demuestra que personas con gran memoria tienen una menor inteligencia.

 

Por otra parte, la absorción de información también puede verse obstaculizada por estos estímulos de la tecnología. Rosler brindó un ejemplo al respecto, reseña Sputnik.

«Estás concentrado estudiando La Caverna de Platón. Cuesta mucho llevar a tu atención para concentrarte y entenderlo. Suena el ‘pin’ de un WhatsApp, que está muy bien hecho por la industria del celular para que no puedas no intentar mirar qué hay en tu móvil. Desvías tu atención, y te lleva entre cinco a diez minutos volver a encender tu aparato de atención y poder focalizarte de nuevo en el libro», indicó.

 

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Ciudad Valencia / VTV