Continuaré con este listado para destacar el origen de algunas de las tantas orquestas de música afrocaribeñas que se han conformado, sobre todo, en el pasado siglo XX. En su mayoría han sido incluidas o catalogadas como orquestas o grupos de Salsa, una vez que se desató ese boom de los años ’70, aunque algunas fueron más allá de eso como fue el caso de la orquesta de Frank Grillo “Machito” y la de Tito Puente.
Reitero el hecho de que, si paso por alto alguna orquesta o agrupación, no obedece a falta de interés y mucho menos por menosprecio, sólo que, como ya dije en otra edición, son muchas las orquestas y siempre faltarán algunas por mencionar.
Daré inicio con un conjunto que oxigenó la Salsa en los años ’80, cuando estaba de bajada la llamada Salsa Brava, y me refiero a Son 14, creado el día 11 de noviembre de 1978 por el pianista, compositor, arreglista y director musical de origen cubano Adalberto Álvarez, gracias a una sugerencia hecha por el promotor y también compositor cubano Rodulfo Vaillant.
Son 14 se convirtió en uno de los mejores emblemas de la música cubana, y en Venezuela impactó con dos temas que se convirtieron en clásicos de la Salsa: “Cuestiones del amor” y “Tal vez vuelvas a llamarme”, en la voz de su principal sonero, quien después asumiría las riendas de este conjunto, Eduardo “El tiburón” Morales, ya que Adalberto dejó el Son 14 y conformó otra agrupación llamada Adalberto y su Son.
También en 1978 se creó en Colombia una de las orquestas de mayor peso en la historia de la Salsa del país neogranadino, el Grupo Niche, de la mano del músico multi-instrumentista, compositor, arreglista y director musical Jairo Varela, en la ciudad de Bogotá.
En sus inicios, Jairo contó con el apoyo de otro talentoso músico, Alexis Lozano, quien después haría tienda aparte y formaría su propia orquesta, Guayacán. La primera producción del Niche fue en 1979, “Al pasito”. Este grupo contó con el respaldo, para su consolidación internacional, del cantante boricua, exSonora Ponceña, Tito Gómez y también con el trombonista y arreglista venezolano César “Albóndiga” Monge, en una producción para la historia llamada “Tapando el hueco”, la cual incluye temas como “Nuestro sueño”, “Las mujeres están de moda” y “Cómo podré disimular”, todos éxitos rotundos.
El productor de Costa de Marfil Raoul Diomandé, radicado en París y un apasionado de la música cubana, propuso en 1979, como respuesta al boom salsero, crear un “Todos Estrellas” cubano de ensueño para grabar la verdadera y auténtica música de Cuba, sin afanes lucrativos, y a su vez para encarar a los distintos formatos de Salsa All Stars creados en Nueva York.
Es así como nacen Las Estrellas de Areíto, a la cual pertenecieron figuras como los trompetistas Arturo Sandoval y Jorge Varona; en el trombón y dirección Juan Pablo Torres; Rubén González en el piano; el Niño Rivera en el tres; como vocalistas Miguelito Cuní, Pio Leyba y Tito Gómez (cubano), entre otros; Richard Egües en la flauta, además de otras relevantes estrellas de la vieja guardia cubana.
La desintegración de La Dimensión Latina fue el punto de partida para en nacimiento de nuevas orquestas venezolanas y entre esas hay que destacar el proyecto de Jesús “Chuíto” Narváez, pianista, y el cantante Rodrigo Mendoza, quienes conformaron la Orquesta La Amistad en 1979; una de las mejores que se hayan constituido en el país, reforzada con la presencia del sonero puertorriqueño Tito Gómez y la novedad del entonces joven flautista venezolano José Natividad “Naty” Martínez.
Realizaron algunas versiones de clásicos cubanos como “Presente y pasado”, “Ritmo de azúcar” y “Chicharritos”. En total fueron cinco las producciones realizadas por esta gran orquesta que le sobraba material y calidad para continuar.
Sigo esta vez con otro excelente representante de la buena Salsa, El Conjunto Clásico, de Puerto Rico, creado también en el año 1979 por el compositor principal del mismo, Ramón Rodríguez, y Ramón Castro. Este conjunto llamó la atención desde su inicio por el agudo sonido y su estilo, que lo diferenció de las múltiples agrupaciones de la Isla del Encanto. Su primera producción, de ese mismo año, se tituló “Los Rodríguez”. Su principal vocalista, quien haría carrera por varios años y sería principal protagonista de sus principales éxitos fue Tito Nieves, la voz oficial de ese conjunto. Figuran entre sus más sonados éxitos: “Los Rodríguez”, “El piragüero”, “Teresita” y “Señora ley”.
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Cierro por el momento el listado de orquestas afrocaribeñas, más adelante les traeré información sobre otras, las cuales forman parte indiscutible de la historia de nuestra música afrocaribeña. Actualmente se cuenta con la facilidad tecnológica de buscar los temas mencionados y así, en caso de no acordarse o desconocer los nombres, poder ubicarlos y recordar épocas y gratos momentos vividos. Hasta la próxima y, como diría el gran Tite Curet: “¡Que tu guarapo siempre tenga hielo!”.
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Ramón Emilio Toro Martínez (Caracas-Venezuela, 1966) es licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura, de la Universidad de Carabobo (UC) en 1993. Es también Productor Nacional Independiente y locutor con experiencia en el desarrollo de programas radiales sobre música afrocaribeña en la ciudad de Valencia, estado Carabobo: Ciento por ciento Natural, por Lago 91.5 FM; Letras y Notas, por Salsera 96.3 FM, y Óyelo que te conviene, por RNV Región Central 90.5 FM. Es autor del libro «Letras y Notas sobre la Música del Caribe» (2020), presentado en la FILVEN Caracas 2020 (Casona Cultural Aquiles Nazoa) como el único proyecto editorial independiente de ese año.
Ciudad Valencia / Foto de RT: Edicson Dávila
