Nacido en Santa Ana de Coro el 14 de febrero de 1947, Orlando Arias Marín es hijo de Orlando Arias y Cruz María Marín. Padre de cuatro hijos, la vida de este artista venezolano es un poderoso ejemplo de resiliencia y una búsqueda incesante de la expresión creativa, donde el arte se ha consolidado como la vía y el sustento para superar los desafíos.

 

El Despertar del Autodidacta

El camino de Arias Marín en el mundo de las artes comenzó a la temprana edad de 16 años. Sus inicios estuvieron marcados por la realización de diversas manualidades y objetos artesanales de uso cotidiano, un primer acercamiento a la destreza manual que pronto se transformaría en vocación.

Su primer contacto con la comercialización artística, un hito que cimentó su independencia creativa, ocurrió con la venta de un par de figuras de dibujos animados. Según relata, la ganancia inmediata de 400 bolívares fue reinvertida en materiales, marcando el inicio de una producción ininterrumpida que no se ha detenido desde entonces.

Arias Marín se reconoce como un artista autodidacta, forjado en la práctica constante. Su trabajo se centra hoy en la escultura y la talla en madera, siendo un fiel admirador de la obra del maestro de la plástica venezolana, Francisco Narváez.

 

 

Trayectoria entre el Mar y el Taller

La disciplina y la constancia han sido pilares de su existencia. Durante un periodo de su vida, Arias Marín se desempeñó como marino mercante. Lejos de abandonar su pasión, utilizó los tiempos libres a bordo para realizar esculturas y piezas pequeñas que luego comercializaba en los puertos donde atracaba la embarcación. Esta etapa ilustra su inquebrantable dedicación y cómo el arte sirvió de motor económico y emocional: “con este trabajo he mantenido a mi familia”, afirma.

 

 

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Obra y Filosofía Artística

La prolífica obra de Orlando Arias Marín abarca un amplio espectro temático que fusiona la fe, la historia y la identidad local. En sus tallas predominan:

* Temáticas Religiosas: Piezas de profunda devoción.

* Narrativa Histórica y Caricaturas: Explorando desde los personajes icónicos hasta el humor gráfico.

* Iconografía Local: Representaciones de personajes históricos y elementos de la arquitectura distintiva de Puerto Cabello.
Para el escultor, el arte es concebido como una «expresión del ser humano» y un trabajo que exige gran disciplina. Sostiene que el esfuerzo creativo y creador del artista constituye un valor intrínseco necesario para el desarrollo del país, destacando el rol del oficio manual en la construcción nacional.

Un Legado para la Juventud

Como maestro de vida y oficio, Arias Marín extiende un mensaje directo a las nuevas generaciones, enfatizando un equilibrio fundamental para el progreso:

“Estudien, prepárense y vivan e impulsen el arte y aprendan una profesión y un oficio. Ambas cosas son necesarias. Por un lado, el conocimiento profesional, y por otro, hay que saber hacer con las manos, ser creativo y ayudar al desarrollo del país.”

Orlando Arias Marín, con cada viruta desprendida de la madera, no solo da forma a una pieza artística, sino que labra un testimonio de que la perseverancia y el amor por el arte pueden transformar una vida de desafíos en una obra de incalculable valor.

 

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Ciudad Valencia/MG