José Ramón Rodriguez

No puedo ser ajeno a un mundo inmoral.

Jean Paul Sartre.

 

Las recientes aprobación de nuevas “sanciones” contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro por parte, de la Comunidad Europea donde además de las medidas punitivas contra funcionarios de alto rango y dirigentes del gobierno bolivariano, incluyen a personalidades y factores políticos que cooperen con el régimen, traduce que los gobiernos de la vieja Europa no están dispuestos a que actores políticos venezolanos entren en un entendimiento político, ya sea a través de la vía del dialogo o la participación en los procesos electorales venideros, esto representa una actitud de amedrentamiento de las fuerzas políticas presentes en la vida del país.

El planteamiento y estrategia político diplomático y mediático es montar un espectáculo global visualizando a Venezuela como Estado fallido, que no tiene legitimidad y credibilidad en la opinión pública mundial, la lista de sanciones de carácter ilegal y el bloqueo promovido por quien se cree el gendarme del mundo, es decir Estados Unidos, trata de potenciar una situación explosiva, comenzada con la desestabilización de todo comercio petrolero el cual genera el ingreso nacional, por supuesto que desde allí no arranca la crisis económica que tenemos, la explicación transparente le corresponde a los dirigentes del gobierno, la anatomía de nuestra situación tiene diferentes versiones. La apariencia del sentido simple, la representación e imagen distorsionada de la realidad es hacer ver al presidente Maduro como un déspota y anacrónico dictadorzuelo del tercer mundo.

Mientras tanto la confrontación detallada y rigurosa de la defensa y condena política moral, es silenciada y la mirada no ve las atrocidades del Gobierno de Colombia y su presidente Iván Duque cuando desaparecen y asesinan a centenares de militantes sociales y de izquierda, el gobierno de Duque viola los acuerdos y estatus de paz y no violencia, promueve la actividad paramilitar, mantiene la economía del narcotráfico, y la “comunidad liberal democrática” no emite opinión ni sanción alguna.

Vaya que manera de entender los derechos humanos en el continente. En medio de la más brutal pandemia que padecemos los habitantes de esta patria tierra, los países ricos e industrializados en la forma más descarada acaparan las mayores cantidades de vacunas en una vergonzosa acción antihumanitaria que afecta a los países pobres, por supuesto tampoco se escuchan las voces interpelantes de las organizaciones no gubernamentales ejerciendo presión sobre esta desigual distribución de vacunas , agregando que si no hay dólares no habrá suministro de vacunas y medicamentos complementarios, la bioética es parte del inventario de ausencias, la crisis de salud acusa las deficiencias estructurales del sistema de atención medica integral del capitalismo Neoliberal, las cooperaciones farmacéuticas y los gobiernos de la llamada democracia occidental se encuentran en contrasentido moral al enfrentar la devastación sistemática de la humanidad, optaron por el Darwismo social, solo los que tienen recursos, tienen prioridad medica.

Evidentemente las cosas no son lo que parecen, se condena lo que interesa políticamente, se oculta lo que devela el funcionamiento y grosera violación de las normativas del derecho internacional. En la república del Perú ( país hermano, pero se muestra como Caín) se registran conductas chovinistas y discriminatorias contra ciudadanos venezolanos que llegan a la agresión y crimen, desde luego los Organismos de DDHH y la Unión Europea, no hacen llamados de atención y corrección ante el gobierno peruano, el Tessera Hospitalis, la hospitalidad humanitaria  no existe para el migrante. La teoría de justicia cohabitación, tolerancia y respecto a la libre voluntad de elección de cómo queremos los sistemas de gobiernos, de nuevo se vuelven letras muertas, como muchas constituciones y acuerdos en Latinoamérica.

Naguanagua 22-2-2021.

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José Ramón Rodriguez / Ciudad VLC