“Recitales de poesía” por Luis Alberto Angulo

enero 13, 2024

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(Preguntas para LAA de Efren Barazarte *)

1.- ¿Haber nacido en Barinas, en esos aires donde nació Enriqueta Arvelo Larriva, le hace sentir desde la poesía un sentido de pertenencia? (E.B.)

Barinitas, el pueblo de los hermanos poetas Arvelo Larriva, Alfredo y Enriqueta, el de mi padre, el abuelo, el padre de él, y del suyo, es un espacio físico y espiritual en el que me reconozco pese a la distancia. Vivo en Bárbula –al comienzo norte de Valencia–, desde hace cuarenta años y sus cerros son también el pie de monte donde nací. Sin embargo, mucho más que un paisaje geográfico, la querencia profunda a la que haces referencia, tal como en el caso de Enriqueta Arvelo y su esencial obra, me viene del cruce de hablas de la zona, fundamentalmente entre llaneros y andinos. Es en el habla común donde crece una poesía que no nos pertenece y a la que más bien le pertenecemos. Los poetas de manera ineludible son de una comunidad hablante.

Parte sustancial de sus trabajos nos habla del oficio del poeta ¿Imagina un mundo sin la poesía? (E.B.)

El mundo es una producción, una creación individual y colectiva. Pese a las guerras, la explotación del hombre por el hombre, las hambrunas, la sed, las pandemias y el desastre ecológico, un mundo sin poesía es inimaginable; es impensable la posibilidad de la pérdida colectiva absoluta de sentido, el no mundo sin lenguaje, sin humanidad. La poesía no es un elemento externo, sino estructural de la vida humana. La pérdida del lenguaje, que es la pérdida de la poesía, es la muerte de la humanidad.

Poeta, en una frase: ¿qué nos puede escribir o contar en torno a la poesía de Rafael Cadenas? (E.B.)

La frase que me pides es un verso que cito (bien o mal) de memoria: ¿Qué hay detrás de mis ojos? También puedo contar una anécdota de hace unos treinta años en Maracaibo. En un foro donde participábamos Harry Almela, él y yo, alguien del público pidió su parecer sobre la declaración de un joven escritor que afirmó en esos días por la prensa que su escritura (la de Cadenas) no era poesía. El público estaba expectante ante el silencio de Cadenas, quien finalmente, luego de pensarlo unos minutos, dijo para asombro de la concurrencia: «Ese poeta tiene razón». Por supuesto, todos aplaudimos hilarantes.

Su obra poética mantiene un tono conversacional y secreto en el encuentro del asombro y, a su vez, con una cotidianidad que nos recuerda a los poetas modernistas brasileros. ¿Qué sitial merecen aquellos poetas como Drumon, Bandeira, entre otros, dentro de tu escritura? (E.B.)

El poeta se identifica con una familia poética. La mía es la del decir. El descubrimiento de esa poesía fue deslumbrante, Drumon de Andrade y Manuel Bandeira, en especial, son la expresión de un gran momento de la poesía de Brasil, que usufructuamos todos los poetas latinoamericanos. Los poetas venezolanos de la Generación del 18, la poesía cubana, nicaragüense, mexicana y norteamericana del decir crean el fundamento de una poética común que no pierde vigencia y que está instalada en el lenguaje en una permanente lucha en contra de la entropía de la lengua.