Me atrevería a decir que los niños grandes de mi generación, siempre amaremos ver películas animadas; algunos por nostalgia, otros para escuchar o ver “un mensaje” que necesitaban, aquellos a los que les resultó un gusto adquirido gracias a sus propios niños, muchos porque simplemente tenemos a nuestros peques interiores bien despiertos. Así que, para este terreno, Pixar muchas veces es una buena opción (si no es que la primera). En esta oportunidad les hablaré de Elemental, del director Peter Sohn. Y aunque para muchas personas este film fue un total fiasco, en lo personal, me encantó (siempre llevando la contraria); el único detalle negativo que les puedo mencionar, sería la musicalización, sentí que estaba muy fuera de contexto con todo. Más allá de eso, es increíble, con un mensaje tan necesario que debería ser imperativo en nuestro día a día: aceptación.

 

Elemental

 

Me encantó que dentro de la “fantasía”, mezclaran temas tan reales como la migración y xenofobia de una forma un tanto “sutil” (por la comedia, pero todo está muy claro y directo). Nos centramos en Ciudad Elementos, personas de Agua, Tierra y Aire conviven en este pedazo del mundo en el que se respetan y comparten en armonía con sus propias cualidades. ¿Pero y las personas de Fuego? Bueno, la historia es algo distinta para ellos. Viven casi marginados del resto en una zona donde solo pueden habitar ellos.

 

 

Como muchos, Berny y Cinder (personas de fuego) deciden buscar un mejor futuro en Ciudad Elementos, pero sin dejar de lado su honor y tradición, llevan consigo la Llama Azul que representa y mantiene vivo a su pueblo, convirtiéndose en los primeros habitantes de Fuego de esta ciudad. Y a pesar de que recién llegaban, recibieron tratos xenófobos sin oportunidad de demostrar que eran buenas personas, eso fue calando y haciendo mella en el buen corazón de Berny. “El Agua es mala”, siempre repetía el padre Berny a su hija Ember, a quien educaba con gran esmero y orgullo para que se convirtiera en la nueva encargada del negocio familiar, “La Fogata”, una especie de tienda de conveniencia para otras personas de fuego. Ember fue creciendo orgullosa de quien era, pero si algo no se puede ocultar es la presión que ejercen sobre uno y la incesante búsqueda de aprobación, el fuego interno de Ember hacía estallar todo cuando perdía la paciencia con algún cliente. Y es justo su fuego lo que ocasiona un accidente en la tienda, haciendo que las tuberías de agua empiecen a brotar por todos lados, aquí es donde llega a su vida Wade. Directo de las cañerías llega un hombre de agua, de paso es inspector de la ciudad que, al ver el desastre, empieza a llenar y llenar multas como loco al mismo tiempo que llora por todas las cosas malas que le están pasando a Ember… y las que vendrán.

 

Elemental

 

Frente a la catástrofe que se le avecina a Ember y a su familia, intenta por todos los medios que Wade no cierre el negocio de su padre, le explica de mil y unas formas, pero logra que él siga siendo un mar de lágrimas, no puede hacer nada, solo tratar de que Ember pueda hablar con su jefa. Aquí empieza la aventura de este par tan sinigual y podemos ir viendo las personalidades tan únicas que tienen. Ember empieza a enfrentarse a sus propios miedos al ir a otra parte de la ciudad, en donde teme que la juzguen o que ella misma ocasione un daño. Con el carisma y la empatía que le sobra a Wade, busca la forma de que Ember no se sienta incómoda y que se abra con él, pero las palabras de su padre no dejan de retumbar en la mente de ella. El desarrollo de ambos es espectacular, vamos viendo poco a poco el porqué de la razón de ser de cada uno, y al mismo tiempo vemos todas esas cosas maravillosas que son capaces de hacer, como el hecho de que Ember realmente es una artista para hacer obras de vidrio. Su relación es algo inusual y, aunque no se nota a simple vista, muchos a su alrededor empiezan a juzgar en silencio.

 

Elemental

 

El prejuicio silencioso abunda. A pesar de todo, Wade hace que la situación sea llevadera para Ember y le muestra que no todos son tan malos como ella cree, no importa si hace que “hierva” un poco, pueden tener muchas cosas en común y… ¿por qué no? Tener una cita real. Dentro de Ciudad Elementos, los estereotipos son el pan de cada día, el ver la relación entre dos elementos tan opuestos, muestra que se pueden superar las barreras y “hacer química”. Muchas veces vamos a encontrar personas en el camino que se resistan al cambio y no quieran salir de su zona de confort, como Berny que, al enterarse que su hija salía con un hombre de agua, la desheredó sin dudarlo ni un poco. Por su puesto, al final todos viven felices por siempre.

 

Elemental

 

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Sin duda alguna, la animación de Elementos es impresionante, con un uso de colores vibrantes y texturas que realmente diferencian a cada elemento. El diseño visual de los personajes y los entornos destaca por su creatividad y atención al detalle. Cada elemento tiene su propio estilo visual distintivo, lo que no solo ayuda a la narrativa, sino que también ofrece una experiencia visualmente rica. La musicalización, ya lo mencioné, por mi parte no tiene ningún punto a favor. El desarrollo de cada personaje y los chistes ocultos fueron una joya. Realmente no entiendo qué le vieron a esta historia, no vi inclusión forzada (como muchos la pintaron), a través de su animación y narrativa, explora profundamente temas de identidad, prejuicio, diversidad y convivencia; además del mensaje poderoso sobre la aceptación y el entendimiento mutuo, Elemental no solo es para entretenernos, sino que también ofrece una reflexión muy seria sobre temas psicológicos y sociológicos relevantes en nuestra sociedad actual. Así que, como siempre les digo: “Sino la han visto, véanla, y si ya la vieron, vuélvanla a ver, no tiene pérdida de nada”.

 

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Isabel Londoño-columna El Rincón CinéfiloIsabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.

Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.

 

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