El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, solicitó este lunes a los países que integran la Organización de Estados Americanos (OEA) a que suspendan a Venezuela de este organismo hemisférico.
«Llamamos a los miembros de la OEA a que suspendan a Venezuela de la organización», dijo Pence durante una sesión especial del Consejo Permanente de la entidad continental, en Washington.
El segundo funcionario abordo del país más poderoso del mundo, militarmente hablando, soltó esa prenda precisamente en casa, Washington, en la sede del Ministerio de Colonias, como algunos llaman de manera acertada a la OEA.
Pence hizo el llamado sin medianamente asesorarse. Tal vez en una sencilla conversación con el Secretario General del Organismo (entiéndase Ministro de Colonias) Luis Almagro, hubiese evitado el desatino de su llamado.
El vicepresidente del país en el que Donald Trump es Presidente, y que tiene por representante permanente en la ONU a Nikki Haley, estaba de vacaciones, probablemente en otro planeta, cuando el representante de Venezuela en la OEA, Samuel Moncada, entregó a la Secretaría General la denuncia a la Carta de la OEA para iniciar oficialmente su retiro, un procedimiento que durará 24 meses. De los cuales han transcurrido 12.
No es difícil entender que si Pence ignora que Venezuela está tramitando su desincorporación de la OEA, mucho menos debe saber los argumentos expresados por el país petrolero para su separación.
«No regresamos nunca más a la OEA, esto es una paso histórico de Venezuela», dijo Moncada ante la prensa. Indicó que su país fue un miembro fundador de la OEA, pero «llegó el momento en que tenemos que salirnos» por la defensa de la soberanía e independencia de la nación.
Resulta incomprensible el llamado a que suspendan a Venezuela.
Pence tampoco sabe, tal vez es que no recuerde, que ese ha sido el fracaso más rotundo de su Ministro de Colonias, Luis Almagro, el que no le haya podido aplicar a la Patria de Bolívar la llamada Carta Democrática, hecho que terminó dándole nacimiento al llamado Grupo de Lima. Secta doble o triplemente fracasada ante el Gobierno Bolivariano de Venezuela.
Mike Pence ignora, que aun cuando sea el vice jefe de la OEA, su pedido (mandato) tiene que ir a una votación de otros 33 Estados, sin contar el suyo, nada más que para llevar el tema a la agenda.
De la vicepresidencia en Washington a la OEA en Washington no hay mucho trecho, así de sencillo también fue el llamado del vicepresidente de Donald Trump, al Gobierno Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela a que suspenda las elecciones del 20-M. Es por ello que jura que como es una orden sencilla, Venezuela sencillamente obedecerá al estilo del ex presidente del Grupo de Lima, el defenestrado Pedro Pablo Kuczynski.
La arremetida de Pence contra Venezuela este lunes deja en claro que hay un ligero desespero, o temor al bochorno, de Washington, Miami, Bogotá y Madrid no tanto porque Nicolás Maduro resulte reelecto el 20-M, sino porque el pueblo venezolano, con sanciones, bloqueos, amenazas y guerra económica, termine repitiendo el capítulo épico del 30-J y enarbole al mundo diez millones de razones por las que hay que defender la soberanía, la Patria y la dignidad.
LEER MÁS: ALMAGRO CRITICÓ A LA MUD Y ESTA LE CONTESTÓ
Ciudad VLC / William Hernández