Ante la desesperación de la oposición por obtener el poder político en Venezuela por medio de la violencia, arrecia la manipulación política y criminal del dolar.
Ha dicho David Harvey: «Marx pensaba que para cambiar el mundo primero hay que entenderlo, y entenderlo bien».
Nada distinto ocurre al que pretenda adentrarse a estudiar el tema de Venezuela.
Una ciudadana costarricense preguntaba en medio de un acalorado debate en redes sociales ¿Qué son los “raspa cupos”?. El debate giraba en torno al insuficiente sueldo mínimo que reciben los venezolanos, equivalente a 3 dólares mensuales, el cual no alcanza “ni para un cartón de huevos”.
Los falsos valores son expresados por las páginas web sobre el dólar paralelo o dólar negro a todas luces arbitrario y carente de rigurosidad científica.
Economistas de izquierda alimentan el debate día a día, los cuales además de expresar duras críticas han construido serias propuestas para superar la actual crisis. La misma no puede entenderse desde visiones sesgadas de la realidad.
Veamos por ejemplo, la economista Pasqualina Curcio ha publicado en distintos medios una colección de artículos en los que explica que “la causa determinante de la hiperinflación en Venezuela no es el aumento de la cantidad de dinero, es la manipulación política y criminal del tipo de cambio”.
Los costos aumentan
Explica Curcio en el trabajo “Hiperinflación: enigmas teóricos y políticos: “Cualquier libro de texto de ‘Economía’, hasta el más básico, muestra que la inflación, según sus causas, se clasifica en 1) inflación de demanda y 2) inflación de costos».
«Teóricamente y según esos textos, siempre que la inflación es de costos, el resultado en la economía es un aumento de los precios acompañado de una caída del Producto Interno Bruto, es decir, implica una estanflación.
«Los costos, por su parte, aumentan, entre otras razones porque aumentan los precios de los bienes importados, a su vez por la depreciación de la moneda, aunque haya sido manipulado su valor”.
Para luego añadir: “Este tipo de inflación ocasiona lo que se conoce como shock de oferta, mientras que la inflación de demanda deriva en un aumento de precios acompañado de un aumento del Producto Interno Bruto (PIB). Ocurre cuando aumenta la demanda debido, por ejemplo, al incremento de la cantidad de dinero!.
«Si la inflación fuese de demanda, a su vez originada por la expansión de la cantidad de dinero, tal como afirman algunos economistas de la derecha, estaríamos, teóricamente ante un aumento del tamaño de nuestra economía. No es el caso».
«El caso es que en Venezuela, la hiperinflación está acompañada de la caída del PIB, estamos en estanflación, por lo tanto, la inflación es de costos, no de demanda, estamos ante la presencia de un shock de oferta originado por la manipulación del tipo de cambio que, por las expectativas racionales y adaptativas de los agentes económicos, encarece los bienes importados, incide sobre los costos de producción y los precios de todos los bienes y servicios de la economía”.
Señala también la economista en otro artículo que “no hay que ser economista, ni sacar muchas cuentas para percibir lo que ocurre”: “los comerciantes ajustan sus precios tomando como referencia el tipo de cambio del mercado paralelo.
Este es el principal factor en la determinación de los precios, no en cambio ninguna ley de oferta y demanda.
“Cada vez que aumenta el tipo de cambio en esos portales web aumentan los precios de todos los bienes, independientemente de que haya o no más dinero en la economía. Y como ya dejamos en evidencia antes, ese tipo de cambio no incrementa tampoco por la mayor cantidad de dinero, sino por manipulaciones intencionadamente políticas”.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Estamos “acogotados” para decirlo en lenguaje coloquial, los venezolanos subsistimos resistiendo estoicamente las locuras de mister Trump.
Resulta evidente la pauperización de nuestro salario y la consecuente fuga de cerebros, fenómeno aprovechado por las multinacionales cazadoras de mano de obra barata, las mismas que “inventaron” la maquila esclavizadora, con el ladino argumento de que “tres dólares es mucho para ustedes los venezolanos”.
William Castillo propone a quienes añoran la Cuarta República recapitular en torno al origen e historia de la revolución bolivariana, ejercitar la memoria reciente, analizar los efectos de las recientes medidas coercitivas y el criminal bloqueo contra Venezuela.
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“No se puede entender lo que está sucediendo si no comprendemos que esto empezó en 2014, 2015 y 2016. Según Chávez Pitágoras dijo “Dios habla a través de las matemáticas”, entonces debemos pensar de donde venía el dinero para comprar alimentos y medicinas, del ingreso petrolero y éste fue golpeado».
«Fíjense como fue el golpe, las cifras son dramáticas: en el año 2013 cuando muere Chávez, Venezuela recibió por ingreso petrolero alto 42.690 millones de dólares, no es poca cosa, en 2014 recibimos 38.109 millones, en 2015 recibimos 10.634 millones, en 2016 entraron 4.650 millones, en 2017 subió a 5.192 y en 2018 bajó a 4.081».
«Hoy tenemos solo el diez por ciento del ingreso que teníamos hace 6 años, es como tener 100 bolívares hace seis años y hoy tengo 10”.
“El inicio del bloqueo es el decreto de Obama diciendo que somos una amenaza inusual y extraordinaria, Venezuela ha participado en una sola guerra, la de independencia, somos un país pacífico, y al designarnos como una amenaza significa que ellos pueden hacer contra nosotros lo que les dé la gana».
«Los bancos internacionales empiezan a ponerle trabas a Venezuela en sus transacciones, compra de alimentos, medicinas y materia prima para la industria nacional, todo a partir del decreto Obama en 2015 y 2016. Y todo se complica ya que tuvimos que acudir a bancos de Rusia, de Turquia y de Hong Kong, con trámites más engorrosos y el ingreso cayendo”.
Entre Trump y el bachaqueo
“Adicionalmente, llegó Donald Trump diciendo que todo eso no era suficiente, se introduce en Venezuela el fenómeno del bachaquerismo, convirtiendo a algo digno como el buhonero en bachaquero. Un ataque externo y un ataque interno.
En 2016 el presidente Maduro crea los CLAP, que ha significado un muro de contención.
Hace unas semanas acaba la administración Tump de anunciar sanciones para impedir la continuidad del CLAP, afectando su distribución y retrasando los ciclos de entrega.
El enemigo interno también ha sabido hacer su parte en el guion de destrucción del Estado Nación. Una revolución infiltrada desde sus orígenes, por individuos como Luis Miquelena y Alfredo Peña.
“Consecuentemente, debemos tomar conciencia de que esto es una guerra, y el gobierno ha intentado de entender los elementos de la guerra, que incluyen la infiltración de “topos” en la administración pública, por ejemplo, Rafael Ramírez que dirigió lo que yo llamo el segundo golpe petrolero».
«Y había otros “topos” más peligrosos aun, como el jefe de comunicaciones de Miraflores captado por la CIA, yo hablaba con él desde Conatel desde una red especial y su saludo era “¡Chávez Vive!”, penetraron el SEBIN primero con Rodriguez Torres que es el operador de la CIA en Venezuela”.
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“Nunca pensamos que Chávez se nos iba a ir, pensamos que iba a superar su enfermedad, lo digo porque desde la perdida física de Chávez y aún desde el inicio de su enfermedad empieza la conspiración».
«Primero a lo interno, se empiezan a entregar miles de dólares a través de CADIVI a empresas fantasmas, traían containers con piedras en su interior, yo dirigía Conatel y ahí llegaban solicitudes de dólares del Bloque de Armas para importar revistas pornográficas, y así por el estilo.
«Y cuando nos abandona de este plano el imperialismo se convence de que la revolución está liquidada y diseña un plan que nosotros no entendíamos, no comprendíamos la magnitud de lo que venía”. Enfatiza Castillo.
No tenemos más alternativa que resistir, echando mano de los valores fundamentados en la solidaridad la paz y la creatividad que nos caracteriza como pueblo, superar para siempre el modelo rentista y producir de verdad tanto en lo material como en lo espiritual, ideas, contenidos y teoría política acorde con nuestra realidad. El resto de la historia está por escribirse.
Ciudad VLC / Ismael Noé
