Yoan Jesús Fuentes Murillo, nacido el 2 de febrero de 1983, es más que un profesional destacado: es un testimonio viviente de que los límites solo existen para ser superados. Con una condición visual congénita que los médicos estimaban incompatible, Yoan desafió el pronóstico y hoy se levanta como un hombre de fe, un músico apasionado y un líder comprometido.

Actualmente licenciado en Educación, mención música, y delegado tecnológico de la Asociación Carabobeña de Personas con Discapacidad Visual, Yoan ha transformado cada obstáculo en una oportunidad. Su infancia escolar fue marcada por el rechazo, debido al desconocimiento de muchos docentes sobre cómo acompañar a estudiantes con discapacidad.
Sin embargo, Yoan persistió y logró culminar la primaria a los 13 años, cuando también nació su amor por la música: improvisaba instrumentos con tobos, soñando con ritmos que más tarde perfeccionaría. A los 18 años ingresó a la Agrupación Cultural Bordón Tramado, donde se formó en percusión afro venezolana y canto.
En 2012 dio otro gran paso al ingresar a la universidad de Carabobo, enfrentando los mismos retos que vivió en la escuela. Gracias a su esfuerzo y tenacidad, obtuvo su título universitario. Su formación lo llevó, en 2019, a la Escuela de Folklore Benito Galarraga, donde comenzó como suplente y, desde 2020, se ha consolidado como educador, graduando a numerosos ejecutantes en la Cátedra de Percusión Afro Venezolana y demostrando que su discapacidad visual jamás fue impedimento.
Actualmente, Yoan es uno de los miembros de percusión dentro de la Agrupación Musical Los Triunfadores Parranda y Tambor, la cual tiene 21 años de fundada por la señora Nelly Zobeida Matute Bordones (músico e investigadora cultural) que además es integrada por personas con discapacidad y convencionales.
Yoan no solo es locutor, educador y músico, sino también motivador de vida. Desde su rol como delegado tecnológico, impulsa el desarrollo digital de las personas con discapacidad visual en Carabobo. Reconoce que el camino nunca ha sido fácil, pero afirma con firmeza: “Sí se puede. Gracias a Dios soy profesional, y nada ha detenido mis sueños.”
A sus compañeros que se sienten encerrados y sin rumbo, Yoan envía un mensaje claro: “¡No! ¡Ahora es cuando! Independientemente de nuestra condición, siempre se puede salir adelante. Yo lo he logrado, y tú también puedes.” Finalmente, agradece profundamente a la señora Nelly Zobeida Matute, por su apoyo incondicional, y a todas las familias que lo han acompañado en su camino: “Son una bendición de Dios en mi vida.”
Yoan Fuentes
Ciudad Valencia / Diego A. Trejo