BIOGRAFÍAS PORTÁTILES (24): ANTONIO PAREDES

Biografías portátiles (24): Antonio Paredes se refiere a una breve semblanza del militar y escritor valenciano ejecutado sumariamente por Cipriano Castro el año 1907. JCDN.

General Antonio Paredes, figura histórica carabobeña y nacional

Confesamos un injustificable olvido: la actuación histórica y literaria del General Antonio Paredes (Valencia, 17/5/1869-Barrancas, Bolívar, 15/2/1907). Por fortuna, en una conversación de sobremesa con los poetas Luis Alberto Angulo y Armando Amanaú, ellos me lo recordaron y propusieron una reivindicación hoy en nuestra amnésica ciudad. Valga, entonces, esta entrega de Biografías Portátiles, en la esperanza de remendar el capote.

Descendiente de militares, el General Antonio Paredes se caracterizó por su fidelidad, disciplina y valor. Cuando se trataba de equívocos políticos y castrenses, Paredes era un espíritu díscolo, rebelde y moralista en el buen sentido de este último adjetivo. Completó su formación militar en el extranjero: la Academia de Saint-Cyr (Francia), donde atendió también diversos cursos. Al igual que el tachirense Rafael de Nogales Méndez, fue un notable escritor y militar: Diario de mi prisión en San Carlos y Bosquejo histórico o Memorias contemporáneas, ambos títulos del año 1906.

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En 1892, apoya la Revolución Legalista de Joaquín Crespo, obteniendo el grado de General así como también la jefatura del Castillo de Puerto Cabello desde agosto de 1892 hasta octubre de 1893. Fiel a Crespo, el general Paredes se enfrenta políticamente al general José Félix Mora quien ambicionaba la presidencia de Carabobo. Desacreditado por Mora, Paredes se exilia en Europa durante cuatro años (1893-1897). Luego viaja a Nueva York para regresar a Venezuela un poco antes del asesinato de Crespo en La Mata Carmelera (abril de 1898).

Un libro del General Antonio Paredes

Durante la presidencia de Ignacio Andrade, fue miembro del Gran Consejo Militar y persiguió física y literariamente al legendario “Mocho” Hernández, publicando el folleto Un prestigio que se va en 1899, una colección de artículos de contra-propaganda política. Ese fin de siglo, retoma la jefatura de Puerto Cabello y se resiste allí a la Revolución de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. Perdida y rendida esta plaza, Paredes fue encarcelado en el castillo de San Carlos, estado Zulia. Cuando Venezuela es bloqueada por potencias europeas, se hace acreedor de la amnistía decretada por el Cabito. Sólo que se exilia en Trinidad, apegado a sus principios éticos y convicciones políticas.

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En febrero de 1907, invade a Venezuela por Pedernales, hoy estado Delta Amacuro, siendo capturado más tarde. El día 15 de ese mes fue ejecutado sumariamente por mandato de un envilecido Cipriano Castro. A tal respecto, no obviamos citar la pluma corrosiva y anti-castrista de Pío Gil: La breve crónica “El gran asesinato”, en el libro Cuatro años de mi cartera, concluye en la post-data que no escatima la indignación del moralista venezolano: “P.D. Me ha parecido inexplicable la conducta de los deudos del heroico Paredes, tratando de vengar su muerte en el ejecutor dudoso del asesinato, cuando existen los autores indudables de él. Aquel fue el brazo obediente, movido por la voluntad; quien asesina es la voluntad, no es el brazo”. Por supuesto, además de Cipriano Castro, se trata de la Voluntad perniciosa del Poder: El Cabito acompañará a Bruto, sobrino de César, en el círculo infernal (forjado por la literatura) que corresponde a los homicidas por motivos políticos.

Antonio Paredes en campaña

El General Antonio Paredes es otro de los nuestros, no sólo como paisano valenciano, sino en virtud del ejercicio libre, ético y auténtico de la ciudadanía: Su condición de militar de pura cepa, no lo condujo al rol de explotador político o usufructuario del Poder. Por el contrario, como San Cristóbal, sigue siendo un apóstol de las causas perdidas.

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José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

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