BRUNO GANZ EN MI VALENCIA

BRUNO GANZ EN MI VALENCIA

Bruno Ganz en mi Valencia constituye nuestro homenaje a este notable actor suizo, fallecido el viernes 15 de febrero de 2019. JCDN.

Mi cultura cinematográfica data de mi adolescencia en Valencia, cuando empezaba a frecuentar en los 80’s “Los martes selectos” del Cine La Viña, auspiciado por el profesor y cinéfilo Daniel Labarca. Bien valían los ocho bolívares por función. Bruno Ganz (Zurich, 1941-2019) se hizo un amigo mío imprescindible, luego de ver aquí dos de sus grandes filmes: El amigo americano (1977, Wim Wenders) y El ocaso de un pueblo (1981, Volker Schlöndorff). Muchos años después, vía cable y youtube, me maravilló su extraordinario Hitler en El hundimiento (2004, Oliver Hirschbiegel). Si definimos el género, el primero es un policial negro, el segundo se refiere al cine político humanista, y el tercero una manifestación del terror histórico que nunca cesa sin importar el siglo.

“El amigo americano” adaptó con maestría la novela homónima de Patricia Highsmith, además de convertirse a partir de su estreno en una de las mejores películas policiales de todos los tiempos. Si lo sabrá el director Wenders, el cine negro americano fue edificado por los cineastas alemanes expresionistas que se radicarían en Estados Unidos, tales como Murnau y Pabst. Ganz, en el papel de Jonathan Zimmermann, el atribulado asesino a sueldo, establece un diálogo actoral de antología con Dennis Hopper, el paradigmático anti-héroe Tom Ripley. Pese a que el primero es engañado por el segundo para la comisión de los asesinatos, ambos personajes construyen un extraño vínculo de amistad y nihilismo. Recordamos la escena en la que Zimmermann, luego de su encargo criminal en una estación de trenes, esconde con torpeza el arma a la vista de los pasajeros.

VE EL TRAILER DE «EL AMIGO AMERICANO»

“El ocaso de un pueblo”, film enmarcado en la Guerra Civil de El Líbano, nos presenta a un confundido y deprimido periodista Georg Lashen de la revista Stern, quien busca sacudirse una crisis matrimonial y, peor aún, existencial en la cobertura de ese infierno bélico. Asimismo, no carece de un duelo actoral de altura con la estupenda Hanna Schygulla. Tenemos tres escenas memorables: la de la destrucción del refugio donde el reportero asesina a un prójimo árabe en el imperio del miedo colectivo; la de las cabezas cortadas en el descampado; y, especialmente, cuando a su regreso Lashen reniega de la banalización e indolencia del comité de redacción de la revista. No en balde, su director rodó la película en la Beirut de la Guerra Civil, emulando las peripecias fílmicas de los alemanes Werner Herzog y Klaus Kinski.

VE EL TRAILER DE «EL OCASO DE UN PUEBLO»

Por último, “El hundimiento” es una obra macabra e inquietante que se ambienta en el claustrofóbico bunker de Hitler en la Berlín asediada por el Ejército Rojo. La interpretación de Ganz es perfecta: El Führer se exhibe en su decaimiento físico, psicológico y existencial. Nuestro histrión no apela al ruidoso exceso teatral, por el contrario, hace gala de una interiorización personal e intensa de este difícil personaje histórico: Más que verismo, priva un lirismo rayano con la desesperación aliñada en el despropósito; esto es humanizar y no satanizar al hombre atormentado por la megalomanía. Nada que ver con el Hitler muy teatral y estupendo del británico Robert Carlyle, ni con la caricatura que Tarantino nos presenta en la poco fidedigna –en lo histórico- y espectacular –en la acción- “Bastardos sin gloria”.

VE LA PELÍCULA «EL HUNDIMIENTO»

Nos resta recomendar la revisita al trabajo de Bruno Ganz, uno de los nuestros.

LEE ESTA RESEÑA ALUSIVA A BRUNO GANZ

José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC