El jueves 4 de octubre del 2012, en horas de la tarde, explotó en Caracas una lluvia torrencial de varias horas, como muy pocos caraqueños pudieran recordar que haya ocurrido en otras épocas.
Fue una explosión de la naturaleza acompañada por otro estruendo: el que produjo Hugo Chávez Frías en el cierre de la campaña electoral de ese año y con ello el preanuncio de su victoria del 7 de octubre, tras recibir un baño de 8 millones de votos.
Esto, representó el cuarto triunfo en comicios presidenciales del líder barinés, sin incluir el referéndum revocatorio que terminó siendo ratificatorio.
Con ello conservaría su invicto en estas lides
El estruendo del 4 de octubre se produjo como respuesta favorable del pueblo caraqueño, y parte del resto del país, a la convocatoria al acto de cierre de campaña que terminó no sólo desbordando la céntrica avenida Bolívar, sino que copó otras seis arterias viales de la capital como: La Universidad, México, Lecuna, la Fuerzas Armadas, Urdaneta y la Baralt.
Con ello quedó listo el escenario para ir tres días después a obtener 8 millones de votos.
El canto de amor: “Chávez Corazón del Pueblo…”
La avalancha de seguidores al comandante de la Revolución Bolivariana, en esas siete grandes avenidas de Caracas, también se convirtió en un escenario tope para una convocatoria política en estos espacios.
Algunos relatos y reseñas recogidas, sostienen que miles de litros de la torrencial lluvia no fluyeron por las calles, ni tuvieron tiempo de llegar al río Guaire, se quedaron atrapados en las vestimentas, cabellos y calzados de ese pueblo que cantó hasta el delirio: “Chávez Corazón del Pueblo”.
La fuerte lluvia no arruinó el evento como suele ocurrir en estos casos.
En esta ocasión, lejos de bajar los ánimos los exacerbó, al ver como su líder revolucionario les hablaba bajo aquel torrencial aguacero.
El Hugo Chávez, el de la campanada del F4, ratificaba que se había convertido en el corazón, en el pensar, en las vísceras de ese pueblo que durante cinco siglos había adorado a sus verdugos, a sus explotadores.
La consigna central de la campaña electoral estaba en total sintonía con el pueblo: “Chávez, Corazón de mi Patria”.
Todas estas jornadas estaban impregnadas por una alta emotividad, capaz de superar cualquier otra ocurridas en anteriores procesos políticos del país.
Lo que condujo a que el mismo Chávez calificara como “La Victoria Perfecta de un Pueblo”, que se ha mantenido invicto en Revolución.
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De Sabaneta a Miraflores para 8 millones de votos
El Comandante Bolivariano cerraría su campaña con el recorrido que bautizó “de Sabaneta a Miraflores” que incluía la ruta en cuatro días: de Barinas a Cojedes, luego a Portuguesa, a Yaracuy, a Lara, a Carabobo y a Aragua, para concluir en Caracas.
En esa jornada de principio de octubre, el Candidato de la Patria reafirmó su compromiso con el pueblo: “Con el favor de Dios y la ayuda de ustedes, Chávez no le fallará al pueblo venezolano… seré fiel para siempre al pueblo de Venezuela”.
Evocó el amor de Patria, el amor de pueblo: “¡Aquí está Chávez, de pie con ustedes!”.
Designado Candidato de la Patria
A mediado de 2011 el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ya había decido que el Comandante Chávez sería su candidato para las elecciones a celebrarse en el 2012.
Era su tercera reelección y su cuarto mandato que sería del 10 de enero de 2013 hasta el 10 de enero de 2019.
El líder de la Revolución Bolivariana pudo ser candidato para una tercera reelección debido a que el 15 de febrero de 2009 el pueblo venezolano, ejerciendo la democracia, aprobó el Referéndum Aprobatorio de la Enmienda Constitucional, modificando los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con el objeto de permitir la postulación de cualquier cargo de elección popular de manera continua.
Los 8 millones de votos obtenidos justifican el deseo del pueblo de una tercera reelección del Comandante.
El Sí obtuvo más de 6 millones de votos, para un 54,8 por cientos de los sufragios y el No, 5 millones de votos, para un 45 por ciento, luego del 99,7 de las actas transmitidas y con una abstención del 30 por ciento del padrón electoral.
Salir de Chávez y del chavismo
Aún existe una línea de acción que tiene como meta salir de Chávez y del chavismo.
Desde que asumió el Gobierno, en 1999, inclusive antes de ser candidato en 1998, ya la derecha y sus amos imperiales trabajaban para sacarlo de la contienda.
A finales de 1999 el sector empresarial, el mediático y el eclesiástico realizaban sus primeros ensayos para atacar a lo que parecía crecer, luego de posicionarse la propuesta de una nueva Constitución.
El “Chávez vete ya” parecía crecer en los sectores medios, y posteriormente magnificado por el poder mediático.
En el 2002 no sólo lograron un golpe un tanto «suave», aunque obtenido a cuenta de la masacre del 11 de abril, sino que con la misma «suavidad» un grupo de militares secuestran al Presidente, con objetivos divididos: unos querían asesinarlo, y otros pretendían entregarlo a EE.UU para que lo apresaran con cualquier excusa.
Con la liberación de Chávez, por la confluencia de los poderes civil y militar, a la derecha y al imperio se le extinguía la consigna.
Sin embargo, en ese mismo año 2002, insistieron con el «estrangulamiento económico» mediante el paro petrolero, pero igualmente todas las fuerzas progresistas salieron airosas a pesar del grave daño económico que sufrió el país.
La derecha criolla y sus amos externos aprendieron que con el «estrangulamiento económico» podrían debilitar al régimen.
El mismo Chávez en muchas de sus alocuciones se refirió a la “guerra económica”. Pero esto no fue suficiente, la conspiración siguió su camino, hasta que explotó la enfermedad del comandante.
Candidato de la Patria obtuvo 8 millones de votos
Un Chávez con varias operaciones encima y un tratamiento de quimioterapia nunca se doblegó, por el contrario, en medio de estas dificultades asumió su candidatura y ese 7 de octubre derrotó al candidato de la burguesía Henrique Capriles Radonski, la primera de dos derrotas que recibiría en menos de siete meses.
Ese fue el día en el que el Comandante se dio ese baño de 8 millones de votos.
«Como lo veníamos diciendo durante los últimos meses, la batalla perfecta, fue una batalla perfecta en toda la línea, una batalla democrática (…) No hubo ningún acontecimiento por lamentar, no hubo nada que le manchara…» dijo esa noche el líder de Sabaneta.
En cualquier circunstancia designen a Nicolás Maduro
Con los dolores a cuesta, con la conciencia de tener presente el juramento de no fallarle al pueblo, el Comandante, procedente de Cuba, alertó sobre qué hacer ante la posibilidad de su partida física.
“…en ese escenario que obligara a convocar, como manda la Constitución, de nuevo, a elecciones presidenciales ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón», ordenó el comandante eterno.
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Ciudad VLC/William Hernández L.
