La gran mayoría de los perros sin hogar sufren desnutrición, ya que no cuentan con una alimentación rutinaria y de calidad. Comen de lo que encuentran o, si tienen suerte, de lo que algunas personas les dan. En algunos casos pueden llegar a estar días sin comer, incluso semanas.
La vida de los perros en la calle es muy complicada,. Luchan por sobrevivir cada día buscando comida, refugio y huyendo de numerosos peligros, como personas a las que no les agrada especialmente su presencia y atropellos en carreteras.
Esta situación se agrava cuando a veces, por supervivencia, surgen conflictos con otros perros por la comida o por un sitio donde refugiarse, pudiendo llegar a producirse peleas entre ellos y, en consecuencia, heridas que no se tratan y pueden empeorar y poner en riesgo la salud y la vida del animal en caso de no ser atendido.
Por otro lado, los perros sin hogar que viven en la calle son mucho más susceptibles a contraer diferentes enfermedades.
Estas son las más comunes:
- Sarna: Esta enfermedad la transmite un ácaro y puede ocasionar problemas dermatológicos de extrema gravedad.
- Pulgas y garrapatas: Se trata de los parásitos más habituales en perros callejeros. Ambos son muy molestos para el animal pero, además, las garrapatas transmiten enfermedades graves que pueden poner en riesgo su salud.
- Rabia: Esta enfermedad, aparte de transmitirse a personas y a gatos, es potencialmente mortal.
- Moquillo: Enfermedad muy grave que afecta al aparato respiratorio y digestivo y tiene un alto porcentaje de mortalidad en cachorros, además de ser altamente contagiosa.
- Leptospirosis: Se trata de una enfermedad que afecta a los riñones. Es transmisible a los seres humanos y puede provocar la muerte.
Pero el sufrimiento no acaba ahí. Los perros abandonados también tienen que hacer frente en muchas ocasiones a gestos de desprecio e incluso maltrato por parte de personas a las que no les gustan los animales.
Sienten miedo, tristeza y dolor que, muchas veces, son difíciles de curar aún después de ser adoptados y tener una familia que les quiera. Hay perros rescatados que olvidan rápido esa etapa de su vida, pero otros pueden tardar años en recuperarse o no llegar a conseguirlo nunca al 100%, y requieren de profesionales.
Por todo ello la esperanza de vida de un perro callejero es mucho menor que la de un perro que vive en un hogar con una familia que le cuida y cubre sus necesidades.
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Ciudad Valencia/Tienda Animal