Hoy, la señora Azucena se fue contenta en un TransDrácula desde el centro hasta Flor Amarillo. Además de las nuevas unidades que presentó el gobernador de Carabobo en estos días, también vio más unidades de las viejitas que habían desaparecido desde hace meses, y cedido sus rutas a los vehículos de carga pesada: los “transbaranda”.
Con una sola decisión, el gobernador activó, despertó, estimuló a otros para que retomaran la prestación de este servicio.
Y es que Rafael Lacava tiene esa virtud: comprende que debe articular pragmáticamente con los factores que sean necesarios para resolver los problemas que padecemos.
A pesar de cualquier diferencia que se pueda tener con él, debe reconocerse que es un hombre de su tiempo, que confronta las dificultades y no descansa.
Es mucho lo que falta, cien buses son insuficientes pero, si garantiza la recuperación progresiva de la flota pública y la incorporación de particulares, podemos augurarle éxito a este plan vampírico.
No dejes de leer:
#CONCISO: No lo vuelvan a hacer muchachos… Por Vladimir García
Luis Salvador Feo La Cruz
