Entre lo sublime y lo sencillo se ha desarrollado la historia de una mujer luchadora, espiritual y servicial llamada Madleen Vanessa Nicolás Camejo; una valenciana guerrera que hace más de nueve años batalla por su vida, combatiendo prácticas médicas nefastas que trajeron consigo pronósticos fatalista.

 

Hace 36 años, Madleen Vanessa llegó como una bendición a la vida de sus padres, era la primogénita y con amor fue recibida por su familia.

 

Su infancia fue alegre, disfruto de juguetes, compartió con primos, amigos, y también con su hermano, quién llegó varios años después de su nacimiento.

 

 

Entusiasta y proactiva – Lider comunitaria

Durante años de su niñez y adolescencia, Madleen Vanessa fue la única niña del sector donde reside, al menos en su rango de edad. Eso le dio la libertad de aprender y practicar juegos como el béisbol, fútbol, básquetbol, kikimbol, chapitas, pelotica de goma, entre otras actividades recreativas que por lo general son reservadas para los niños. Esta experiencia despertó en ella la pasión por el deporte.

 

Ella disfrutaba de organizar juegos comunales, yincanas y otras actividades en su sector, pues la personalidad entusiasta y proactiva de Madleen Vanessa le permitía colaborar con sus vecinos y emprender proyectos en favor de la comunidad, por lo que pronto se convirtió en una joven líder en Parque Midev, lugar donde habita en el municipio Los Guayos.

 

Madieen Nicolaz. Foto Arísitides Córdova
Madleen Nicolás. Foto Arísitides Córdova, Ciudad Valencia.

 

 

Cuando se necesitaba recolectar fondos para eventos deportivos, reparar las calles del sector, rehabilitar áreas verdes y recreativas, o reunir dinero para solventar una situación de salud de algún vecino, Madleen Vanessa se las ingeniaba para alcanzar los objetivos, motivando e integrando a todas las familias de la comunidad, en pro de colaborar.

 

Las ganas de echar adelante para formarse, ayudar económicamente a sus padres y servir de ejemplo para su hermano, potenció su lado creativo, siendo el diseño, la decoración y las manualidades las vías férreas para aportar ingresos extras al hogar y a su vez alimentar ese inquieto espíritu creativo que trajo consigo al nacer.

 

 

Atleta y profesional carabobeña

Con tanta energía acumulada y sueños que alcanzar, la virtuosa Madleen Vanessa encontró en su deporte favorito: el Voleibol, el camino para desarrollarse físicamente, aunque en ese entonces su peso no era el ideal, ella saltaba y se desplazaba en la cancha como gacela. Su esfuerzo y tenacidad, en poco tiempo potenciaron su talento innato, lo que le abrió las puertas a excelentes oportunidades atléticas y académicas en la entidad carabobeña.

 

“Mis habilidades deportivas las desarrolle en la calle, jugando en partidas y torneos callejeros. Desde el colegio empecé a entrenar para aprender la técnica”.

 

 

Desde entonces, técnicos y evaluadores deportivos comenzaron a ver con interés las habilidades atléticas de Madleen Vanessa en el voleibol.

 

Para desarrollar fuerza y mayor destreza, la atleta se enfocó en el lanzamiento de bala y disco, usando el atletismo como complemento para sumar condiciones físicas que le ayudarán a incrementar el rendimiento en la cancha de voleibol.

 

Con la acumulación de experiencias y la modelación de su performa, la entusiasta deportista se destacó aún más el voleibol, participando en competencias estatales y nacionales, pues formó  parte de la selección de voleibol del estado Carabobo y también se profesionalizó en las ligas industriales.

 

Ella logró ingresar a la Universidad de Carabobo (UC), donde se graduó con méritos académicos como Analista Programador. Posterior a ello, gracias a la trayectoria deportiva, recibió la acreditación de la Zona Educativa Carabobo para ejercer como docente de educación física, deporte y recreación.

 

Además, Madleen Vanessa comenzó a estudiar Relaciones Industriales en la UC, también formó parte de la selección de voleibol de esa casa de estudio, se convirtió en una líder, fue secretaria de deportes de la Federación de Centros Universitarios y presidenta del Centro de Estudiantes de Relaciones Industriales de la universidad.

 

 

Madieen Nicolaz Atleta carabobeña. Foto Arístides Córdova. Ciudad Valencia
Madleen Nicolás Atleta carabobeña. Foto Arístides Córdova. Ciudad Valencia.

Un episodio inesperado cambió su vida

Cuando Madleen Vanessa se encontraba cursando la mitad de la carrera (Relaciones industriales) y estaba en la cúspide de sus triunfos como atleta y líder estudiantil, se le presentó un inesperado episodio de salud: Fue sometida a una cirugía para extraer unos cálculos en la vesícula.

 

Sin mayor preocupación, pues todo indicaba que sería una operación de rutina, la jovial Madleen Vanessa asumió la situación con tranquilidad, sin saber que ese día, durante la operación todo cambiaría: “Hubo un error, de quién, solo el responsable lo sabe”.

 

Aquel «error» la mantuvo batallando 40 días en la unidad de terapia intensiva (UCI), fue declarada por los médicos como desahuciada, sin que nadie asumiera la responsabilidad de ese terrible diagnóstico de muerte anunciada.

 

 

“En ese momento, sedada y científicamente desahuciada por la medicina, yo decía: el Señor es mi pastor y nada me faltará, eso me llenaba de una fuerza sobrehumana, que me hizo saber que no moriría”, expresó Madleen Vanessa.

 

 

Aún en esa fría sala de hospital, Madleen Vanessa sentía el calor de su familia y amigos, pues los médicos permitieron visitas a la UCI, porque en última instancia era el amor fraterno y la fe lo que podía avivarla.

 

 

“Estando en la UCI, tuve un sueño en el que yo le pedía a Dios que me devolviera la vida, y una voz majestuosa me preguntó que si eso era lo que yo quería, yo le contesté que sí, él me pidió que elevara mis manos al cielo, y dos manos inmensas me halaron. Después de eso desperté de terapia intensiva, él (Dios) me devolvió la vida”, relató la sensible joven.

 

 

Al despertar de ese cristalino sueño, ella vio el asombro de los médicos, quienes se miraban unos a otros sin entender lo que había pasado. La estabilización de la paciente permitió darle de alta y empezar un nuevo ciclo, nada fácil en la vida de la carabobeña.

 

La jovial atleta fue víctima de una mala praxis médica, que originó una cirrosis hepática producto de una lesión en los conductos biliares, este diagnóstico ha puesto su vida a pender de un hilo desde hace nueve años, pues su cura depende de un trasplante de hígado.

 

Pese a los terribles pronósticos, y múltiples intervenciones quirúrgicas, con ímpetu Madleen Vanessa logró graduarse de licenciada en Relaciones Industriales y modestamente sigue luchando por su vida, siempre contando con el infinito amor y apoyo de familiares, amigos, vecinos y colegas.

 

 

Madieen Nicolaz se aferra a la vida con alegría pese a depender la misma de un transplante de higado. Foto Arístides Córdova, Ciudad Valencia
Madleen Nicolás se aferra a la vida con alegría pese a depender la misma de un trasplante de hígado. Foto Arístides Córdova, Ciudad Valencia

 

 

La historia de vida de esta admirable y humilde mujer carabobeña que a diario sortea infinitas dificultades, mantiene sus valores intactos, celebra la vida, trabaja con pasión e imprime humanismo y alegría a quien la conoce, porque ¡Así es ella! Un ejemplo a seguir, nos debe mover las fibras para avivar la esperanza de un mejor porvenir para todos, agradeciendo lo que se tiene – vida y salud– porque con ambas obtendremos la fuerza para alcanzar todo los demás.

 

 

María Alejandra Guevara Chirinos/Rostros/ Ciudad Valencia

Fotos Arístides Córdova