Esta nueva serie de publicaciones de Vestigios del Pasado, titulada «Las Calles del Centro Histórico de Valencia», nace con el propósito de dar a conocer todas las calles que comprende el corazón de la ciudad, sus nombres antiguos y actuales, el origen de estos y en lo que se han convertido en la era moderna. En esta primera entrega conoceremos la historia de la calle Urdaneta.
Hacemos antes la acotación de que generalmente una avenida tiene dos sentidos de circulación, a diferencia de la calle, de sentido único, siendo este el caso en el Centro Historico de Valencia; definiremos a todas estas vias publicas como calles, sabiendo que tambien contamos con bulevares, otra definición que se utiliza en muchas países. En este caso se trata de un elemento urbano, y que en el caso nuestro permanece cerrado, solo para paso peatonal.
Tomamos como referencia lo escrito por Julio Centeno (hijo) en su libro Imágenes de Valencia (Semblanza Bolivariana), sobre los antiguos nombres que recibieron la ciudad de Caracas y Valencia por el obispo Diego Antonio Diez Madroñero, quien gobernó la diócesis de Caracas entre 1757 y 1769. Fue él el responsable de dar los antiguos nombres de las calles de Caracas entre los años 1765 y 1766, y posteriormente en Valencia en el año 1767. En aquel tiempo, los nombres eran conocidos por ciertos eventos o relatos bíblicos, tales como «Circuncisión y Bautismo de Jesús, Niño Perdido y Hallado en el Templo, Desierto y Transfiguración del Señor», entre otros, y lógicamente en Valencia no hubo excepción.
El antiguo nombre de la calle Urdaneta
En el caso del centro histórico de Valencia, la famosa calle Urdaneta no tiene un nombre propiamente religioso como otros, y Julio Centeno (hijo) en su referencia no explica el origen del nombre de esta calle, el cual se denominó CALLE MARTE. No es la única calle en Valencia que tiene el nombre de uno de los cuerpos celestes del universo.
Origen de su nombre moderno
El escritor Martín González, en su libro «Origen de los Nombres de las Calles y Avenidas de Valencia», nos da luces del porqué ahora nuestras vías públicas tienen el nombre que actualmente conocemos, siendo la calle Urdaneta la número 99, contándose de Este a Oeste. Desde su extremo norte, que inicia en una angosta calle de número 112-A hasta el Barrio 13 de Septiembre, en su extremo sur, tiene una longitud de 5 km aproximadamente, atravesando el corazón del Centro Histórico de Valencia.
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Esta calle lleva este nombre en memoria del General Rafael Urdaneta, importante prócer de nuestra independencia, quien nació en Maracaibo, estado Zulia, el 24 de octubre de 1784, y es reconocido como uno de los héroes más importantes, leales y valientes en nuestra gesta emancipadora.
Al general Urdaneta se le reconoce por su destacada participación ante el avance de las tropas realistas hacia Valencia, durante el primer asedio de la ciudad, hecho ocurrido entre el 28 de marzo y el 4 de abril de 1814. Cuenta el historiador Luis Heraclio Medina, en su portal web «Crónicas y otras Historias»: «La ventaja numérica de los realistas era abrumadora: Una relación de 4.000 soldados de infantería y caballería contra unos 300 combatientes efectivos que tenían los patriotas. Una proporción de más de trece soldados realistas por cada patriota que defendía a Valencia».
Fue durante este asedio, y bajo las condiciones extremas por la falta de agua y alimento, que nace la célebre orden del Libertador Simón Bolívar a Rafael Urdaneta: «Defienda usted Valencia hasta morir, porque en Valencia están todos los elementos de guerra, si se pierde Valencia, se pierde la República».
Claramente vemos que esta orden directa y asumida por Urdaneta la ejecutó cabalmente, aunque no murió en batalla, sino que garantizó la victoria para el ejército patriota, pese a todas las desventajas logísticas y la minoría de soldados.
Un nombre bien merecido
No queda la menor duda de que después de tan heroica acción de resistencia militar de parte del pequeño batallón de Urdaneta, esta calle lleve con orgullo su nombre, ya que, en cada cuadra o esquina, sabemos que por allí, en algún lugar, tuvo que haber caminado, dejando esa huella del pasado que hoy siempre recordamos cuando transitamos por esta calle.
La conducta intachable de Urdaneta mereció que el Libertador se expresara de él en estos términos: «Era el más constante y sereno oficial del ejército». Este héroe militar tomó parte en muchísimas batallas importantes en nuestra independencia y terminada la guerra y constituida la Gran República de Colombia, Urdaneta se retiró a la Nueva Granada, y tiempo después regresó a su tierra natal de Maracaibo con el fin de entregarse al laborío de la tierra.
Curiosamente, Urdaneta muere muy pobre en París el 23 de agosto de 1845, por una enfermedad que lo estaba aquejando desde hacía tiempo. El prócer de la Independencia de Venezuela y último presidente de la Gran Colombia murió a la edad de 57 años, luego de haber luchado por la Patria en 26 batallas, en su mayoría en compañía del Libertador Simón Bolívar.
Antes de su muerte se le insinuó la conveniencia de hacer el testamento, a lo que respondió: «Solo tengo y dejo una viuda y once hijos en la mayor pobreza”. Su viuda fue Doña Dolores Vargas París, con quien se casó en 1822, y sus hijos: ocho varones y tres hembras. Tal era la integridad moral y responsabilidad de Urdaneta, que antes de morir pidió a uno de sus hijos, que le acompañaba, que devolviera al Tesoro Público los viáticos que no habría de utilizar si fallecía antes de concluir el viaje.
historia de la calle Urdaneta
Nuestro poema dedicado a “Rafael Urdaneta: El Sereno Guerrero”
Con honor y respeto, dedicamos este poema a Rafael Urdaneta, el valiente prócer de la independencia de Venezuela, autor Diego A. Trejo.
En los campos de lucha, firme y constante, Rafael Urdaneta, alma indomable, bajo el ardiente sol y el viento implacable, defendió su patria con amor vibrante.
Asedio de Valencia, día tras día, enfrentó al enemigo con temple sereno, su espada en alto, corazón sin veneno, hasta que la enfermedad lo llevó al letargo.
No buscó riquezas ni fama efímera, sino la libertad, la causa sincera, y en la pobreza halló su último abrigo.
Hoy recordamos su nombre con respeto, el prócer que luchó sin alarde ni afecto, Rafael Urdaneta, eterno testigo.
historia de la calle Urdaneta
Ciudad Valencia / Vestigios del Pasado / Fotos Diego Armando Trejo