Cheo Feliciano, (José Luis Feliciano Vega; Ponce, 1935) Cantante y compositor puertorriqueño, uno de los intérpretes de música latina más destacados durante la segunda mitad del siglo XX.

Ha cultivado los más variados géneros y estilos, desde los ritmos más tropicales del son y la guaracha hasta el bolero y la canción romántica.

Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes, Cheo Feliciano comenzó su carrera musical apenas acabada la enseñanza secundaria.

Se enroló en los conjuntos Ciro Rimac’s Review, Marianaxi de Luis Cruz y Kako y su Trabuco, además de colaborar ocasionalmente con la orquesta de Tito Rodríguez.

 

 

En 1955 pasó a ser el cantante del Sexteto dirigido por Joe Cuba, formación pionera en la introducción de nuevos sonidos tropicales en la que permaneció diez años y que le dio la oportunidad de darse a conocer internacionalmente.

Fue una fructífera etapa para su carrera artística, materializada en la grabación de diecisiete álbumes, pero que desafortunadamente se vio interrumpida en 1965 por culpa de su adicción a las drogas.

 

Tras un largo periodo apartado de los escenarios, reapareció en 1971 invitado por las Estrellas de Fania para grabar el mítico concierto que reunió a los principales artistas salseros de la época, entre ellos Ray Barretto, Pete Conde Rodríguez, Yomo Toro, Bobby Valentín, Héctor Lavoe y Willie Colón.

Con el tema Anacaona (1972), compuesto por Tite Curet Alonso, mostró su particular forma de interpretar salsa, diferente pero al mismo tiempo cercana a los más genuinos ritmos del Caribe, como el son, el guaguancó, el merengue y la guaracha.

La gratitud de Cheo Feliciano con Venezuela

 

El triunfo a nivel internacional de la salsa le llevó a actuar en conciertos a ambos lados del Atlántico; en España, Cheo Feliciano fue una de las estrellas invitadas del prestigioso Carnaval de Tenerife, en las ediciones de 1982, 1983 y 1985. En 1992 regresaría a la península para actuar junto a otros artistas puertorriqueños en el marco de la Exposición Universal de Sevilla.

En 1990 pasó a trabajar para el sello RMM del productor Ralph Mercado, el más importante de música latina durante los años noventa, con el cual grabó cinco discos: Los feelings de CheoCantandoMotivos (en el que se adentró en el género del bolero), Un sólo beso y Una voz… mil recuerdos, un homenaje a las figuras más legendarias de la música latinoamericana.

Su ingente contribución a la música latinoamericana ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones, entre los que se encuentran el Daily News Award, concedido por este prestigioso periódico neoyorquino; la Copa de Oro en Venezuela, uno de los países que más le aplaudió; el Latin New Award; y el premio Agueybaná, que le fue concedido en su isla natal.

 

 

En marzo de 2014 el cantante ponceño fue exaltado al Salón de la Fama de la Música por la Universidad Interamericana, recinto de Bayamón. Durante la ceremonia Cheo agradeció a Dios y a su familia el poder disfrutar el amor de su pueblo.

En la madrugada del Jueves Santo, José Cheo Feliciano falleció en un aparatoso accidente automovilístico sucedido en el área de Cupey.

El cantante que años antes había sobrevivido el cáncer, y que contaba en su agenda con numerosos compromisos artísticos (entre ellos el concierto «Dos soneros saludan a Cheo» con Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle), entró a la inmortalidad a las 4:15 de la madrugada del 17 de abril de 2014, dejando en el recuerdo de su pueblo un respetable legado en la música.

 

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