A poco más de dos meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, la capital china volverá a reunir a atletas de todo el mundo 14 años después de haber organizado con éxito la edición de verano, en 2008.

No obstante, algunos políticos de Estados Unidos y Europa han intentado desacreditar a China promoviendo un “boicot” contra Beijing 2022, el cual ya está catalogado como una falta de respeto a la autonomía del Comité Olímpico Internacional (COI).

El 26 de octubre, a 100 días para el certamen olímpico, el presidente del COI, Thomas Bach, manifestó la convicción de que “Beijing volverá a escribir la historia”, añadiendo que él mismo espera “ver pronto a todos los atletas”.

 

Los movimientos contrarios al espíritu olímpico del concepto “juntos”, además, deben ser rechazados por todos los aficionados al deporte.

En julio, el COI aprobó incluir la palabra “juntos” al final del lema olímpico, que ahora es “más rápido, más alto, más fuerte – juntos”, destacando el poder unificador del deporte y la importancia de la solidaridad. Sin embargo, el denominado “boicot” de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, en vez de reflejar el sentido de unidad, pone de manifiesto las intenciones de politizar el deporte con fines ideológicos y aprovecharlo para difamar a China.

Por su parte, el piloto de motonieve por parejas Greg Rutherford aspira a hacer historia en Beijing, convirtiéndose en el primer atleta británico en ganar una medalla tanto en los Juegos Olímpicos de Verano como en los de Invierno.

 

Mientras la presidenta de la Federación Internacional de Curling, Kate Caithness, declaró que Beijing hará un excelente trabajo en la organización.

En realidad, los más perjudicados por el “boicot” serían los atletas, privados de participar en la competición deportiva por excelencia al vulnerarse sus derechos humanos, lo cual representaría un acto inmoral e inhumano.

Especialmente injusto sería el caso de los atletas que han estado preparándose durante los últimos cuatro años, superando las adversidades derivadas de la pandemia de COVID-19.

 

Por supuesto, China dará la bienvenida a todos los atletas, independientemente de su ideología, pero rechazará cualquier manipulación política contraria al espíritu olímpico de “juntos”, refieren medios deportivos.

De acuerdo con los protocolos COVID-19 desvelados por el COI, los Juegos se celebrarán en una burbuja en la capital china del 4 al 20 de febrero, cuando Beijing se convierta en la primera ciudad que acoja tanto los Juegos Olímpicos de Verano como los de Invierno.

La burbuja -que estará en funcionamiento desde el 23 de enero hasta el final de los Juegos Paralímpicos de Invierno, el 13 de marzo- abarcará todos los estadios y sedes de competición, así como el alojamiento, la restauración y las ceremonias de apertura y clausura. También tendrá su propio sistema de transporte.

 

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Ciudad Valencia / VTV