Se requiere mucha disciplina, entrenamiento y sobre todo firmeza frente al vicio para enfrentarse a la palabra de hoy: campeón.
El castellano tomó la palabra campeón del italiano campione, voz muy antigua en ese idioma, que a su vez la tomó de la lengua germánica occidental que hablaban los longobardos o lombardos, pueblo que hacia el año 500 de nuestra era invadió y se estableció en la región norte de Italia que lleva su nombre, la Lombardía, cuya capital es Milán.
Campeón, en definitiva, procede, lo mismo que el lombardo kámphio y el inglés champion, del latín campus, campo, con especial referencia al Campo de Marte, lugar de entrenamiento de los soldados germánicos del ejército romano, que transformaron la palabra campus en kamp.
Como podemos observar, campeón, aunque es un término de origen militar, no sólo se aplica a los guerreros. El deportista triunfador, el defensor de una causa, el que pone su fuerza al servicio de los débiles, es también un campeón.
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Hasta ahora campeón no tiene sino un solo derivado: campeonato. Los italianos han inventado el término, que por lo menos en castellano parece tener bastante porvenir, teniendo en cuenta que nuestro idioma usó por mucho tiempo la forma campión.
Esta palabra de hoy está dedicada a la memoria de Gustavo Polidor, deportista venezolano, víctima de la “ola” de la inseguridad que actualmente ahoga a Venezuela.
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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
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