Amigas y amigos, constructores de sueños, forjadores de esperanzas. El 21 de enero de 1881, pocos días antes de cumplir 28 años, José Martí llegaba Venezuela. Un texto hermoso, que parece autobiográfico, describe sublimemente el momento:

Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de Bolívar. Y cuentan que el viajero, solo con los árboles altos y olorosos de la plaza, lloraba frente a la estatua, que parecía que se movía, como un padre cuando se le acerca un hijo. El viajero hizo bien, porque todos los americanos deben querer a Bolívar como a un padre. A Bolívar, y a todos los que pelearon como él porque la América fuese del hombre americano”.

El apóstol cubano es sin duda alguna uno de los más destacados bolivarianos de todos los tiempos. Su vida y su obra están impregnadas del pensamiento y la acción del Padre de la Patria, influencia que encuentra sustento, además, en la larga historia que ha unido a ambos pueblos, al menos, en los últimos dos siglos.

José Martí

De allí que resulte sin fundamento histórico la afirmación que sostiene una relación entre Cuba y Venezuela construida solo en base al empeño de los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez. Por el contrario, es una relación enraizada en la historia de ambas naciones. De la influencia bolivariana en Martí destacan tres elementos: la lucha por la libertad, la visión integracionista y la concepción antiimperialista.

 

Lo que muchos desconocen

La relación entre Venezuela y Cuba está signada por los aportes que realizaron cubanos al proceso independentista venezolano, así como por la contribución que para la independencia de la mayor de las Antillas realizaron numerosos compatriotas. Así, por ejemplo, muchísimos venezolanos desconocen que entre los firmantes del Acta de la Independencia y aprobación de la Constitución de 1811 figura un cubano: Francisco Javier Yanes, quien arribó a tierras venezolanas en 1802, vinculándose activamente al proceso independentista a través de la Sociedad Patriótica, luego de los sucesos del 19 de abril de 1810; participación que le valió la postulación y elección como diputado al Congreso de Venezuela.

En 1819, el Congreso reunido en Angostura lo designó miembro de la Suprema Corte de Justicia de Venezuela. También fue responsable, junto a Cristóbal Mendoza, a partir de 1826, de compilar de Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador de Colombia y del Perú Simón Bolívar. Más tarde, en 1830, Yanes hizo parte de los diputados electos al Congreso reunido en Valencia, instancia que terminó acordando la separación de Venezuela de Colombia la Grande, de la que Yanes llegó a ser presidente.

Otro cubano de gran significación durante el proceso independentista fue el coronel José Rafael de Las Heras, protagonista de la invasión a la provincia de Maracaibo ocurrida el 28 de enero de 1821, acción que finalmente conduciría a la ruptura del armisticio que Simón Bolívar y Pablo Morillo habían acordado y firmado en noviembre de 1820, intentando poner fin de esta forma a la práctica de Guerra a Muerte.

Tuvo Las Heras destacada participación en la Batalla de Carabobo. Más tarde, en 1822, hizo parte de los intentos por derrotar a las fuerzas comandadas por Francisco Tomás Morales, que habían reconquistado la provincia de Maracaibo; en los esfuerzos por alcanzar ese objetivo, pereció el 24 de abril de ese año.

Por la parte venezolana son numerosos los connacionales que ofrecieron su concurso en diversos momentos por la libertad del pueblo cubano, entre ellos merecen mencionarse a José María Aurrecochea, natural de Puerto Cabello, quien murió en Cuba, a la edad 28 años, participando en el llamado Grito de Yare. Otros personajes fueron los hermanos Cristóbal y Tomás Mendoza Durán, y Manuel Garrido Páez, este último, sobrino del héroe de Las Queseras del Medio, entre otros muchos.

La influencia de Venezuela sobre Cuba fue tan significativa que motivó la formación de un movimiento para luchar por la independencia cubana conocido como Soles y rayos de Bolívar, del cual hizo parte, entre otros, el poeta José María Heredia, hijo del Regente Heredia, español, de convicciones monárquicas, quien, sin embargo, no tuvo reparos en cuestionar los desmanes cometidos por Domingo Monteverde tras el desconocimiento de la Capitulación firmada con Francisco de Miranda, en 1812. La contribución de venezolanos a la independencia de Cuba fue tan significativa que el destacado prócer antillano, general Manuel de Quesada, llegó a afirmar: el pueblo venezolano es cubano por el amor que nos profesa.

José Martí

El amor a la patria

El ideal libertario, integracionista y antiimperialista de José Martí está influenciado por los escritos y la acción política de Bolívar. No resulta difícil establecer conexión entre la obra poética, ensayística y periodística del apóstol cubano y textos como la Carta de Jamaica, el Discurso ante el Congreso de Angostura y la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, además de los manifiestos planes de Bolívar para invadir y liberar a Cuba y Puerto Rico; planes que formaban parte de la visión geopolítica continental que tuvo el Libertador, que procuraba garantizar la independencia alcanzada por los pueblos de Suramérica.

José Martí

Esa influencia había comenzado a muy temprana edad y muy seguramente estuvo marcada por la acción pedagógica e ideológica que sobre Martí ejerció el maestro Rafael María Mendive en la Escuela Superior Municipal de Varones. Esas convicciones iniciales en favor de la independencia se afianzarían luego de la prisión juvenil a la que fue sometido, pena conmutada por trabajo forzado, seguida de un destierro; así como en el peregrinaje que, con el propósito de buscar respuestas a sus grandes inquietudes, realizó por países como México, Guatemala, Estados Unidos y Venezuela.

A nuestra patria arribó en enero de 1881, donde constató parte del proceso que condujo al establecimiento de un culto laico, a Bolívar y los héroes de la patria. Esa visita a Venezuela y el conocimiento cercano (aunque breve pues solo estuvo seis meses por estas tierras) de su historia y proceso político determinó la vida de Martí, aquí estudió más profundamente y descubrió verdaderamente a Bolívar. Ese acercamiento fortaleció sus ideas libertarias, americanistas y antiimperialistas.

Al igual que el Padre Libertador, su vida estará consagrada a la lucha por la independencia de su patria. No solo fue fundador del Partido Revolucionario Cubano, también fue el gran organizador de su Guerra de Independencia. La Patria, al igual que lo fue para Bolívar, representó para Martí el centro y razón de su acción política, una idea sembrada en él desde muy joven, por eso había escrito: “El amor, madre, a la patria. No es el amor ridículo a la tierra, no es la yerba que pisan nuestras plantas, es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca”.

José Martí

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José Martí

Y sin duda alguna, para Martí, la mayor amenaza a la Patria Americana, como había concebido Bolívar a la integración de nuestros pueblos, provenía de los Estados Unidos de Norteamérica. De allí su posición antiimperialista.

 

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Ángel Omar García González

Ángel Omar García González (1969): Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, y Magister en Historia de Venezuela, ambos por la Universidad de Carabobo, institución donde se desempeña como profesor en el Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Educación. En 2021 fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Alternativo por la Columna Historia Insurgente del Semanario Kikirikí. Ganador del Concurso de Ensayo Histórico Bicentenario Batalla de Carabobo, convocado por el Centro de Estudios Simón Bolívar en 2021, con la obra “Cuatro etapas de una batalla”. Es coautor de los libros “Carabobo en Tiempos de la Junta Revolucionaria 1945-1948” y “La Venezuela Perenne. Ensayos sobre aportes de venezolanos en dos siglos”.

 

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