Mamá: El primer hogar que tenemos, es el vientre materno. Nuestras primeras percepciones de un hogar cálido y amoroso nos acompañarán para siempre, constituirán una base sólida sobre la que crecer y desarrollarnos como seres humanos en armonía.

De nuestra madre recibimos, a través del cordón umbilical, el oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida. De sus pensamientos y sentimientos recibimos la semilla del amor, lista para germinar en cuanto nacemos y estamos en el mundo exterior.

Desde esta casa nos conectamos con la energía femenina, con la fuente de energía para traer dicha y creatividad a nuestras vidas. De la madre tomamos la dulzura, la fluidez, la serenidad, la intuición, y la escucha interior.

En esta convivencia o relación en el vientre materno inicia el nivel de fluidez con el que nos desenvolvemos en nuestras relaciones, de la intuición y los valores no comprendidos. Una relación disfuncional con mamá, la repetimos en nuestras relaciones, en la falta de poder personal para tomar decisiones, para fluir, para ser felices y para ser prósperos.

 

En el Feng Shui Sistémico tomamos como referente que “la energía femenina está unida al hemisferio cerebral derecho que se basa en lo que percibe, en lo que intuye y tiene su fuerza en el corazón. A esta energía se le llama Yin. La energía femenina es contenedora, mientras que la masculina crea, protege y provee”.

 

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Si estás embarazada, toma en cuenta estas recomendaciones para procurar la primera casa al bebé de una forma favorable, placentera y saludable.

Si puedes incluir la energía del padre será ideal:

  • Escuchar música clásica es la más recomendada. Algunos estudios sugieren que al escuchar la música clásica se ejercitan neuronas corticales y se fortalecen los circuitos usados para las matemáticas.
  • Háblale al bebé, tu voz la recibe directamente a través de su cuerpo en forma de vibraciones, además de captar con sus oídos los sonidos que se producen fuera del útero.
  • Practica ejercicio físico moderado, eso sí consulta con tu médico.
  • Aliméntate de forma sana y mantente hidratada.
  • Toma baños con agua templada mientras acaricias tu barriga.
  • Conéctate y comparte con personas que vibren en alta frecuencia.
  • Evita mirar videos, películas o series que te desagradan.
  • Trata de dormir al menos ocho horas todas las noches. Descansar sobre el lado izquierdo o derecho mantendrá el flujo de sangre adecuado para el bebé y disminuirá la hinchazón.
  • Colócate almohadas entre las piernas y debajo del abdomen, al momento de tu descanso.
  • Procura ventilar como mínimo una vez al día tu dormitorio y demás espacios. Tanto en tu casa como sitio de trabajo.
  • Intenta limitar el uso del móvil, wifi y otros artefactos electrónicos y mantener el receptor lejos de la barriga para proteger a tu bebé.
  • Evita acumular objetos solo guarda los productos 100% naturales.
  • Organízate para poder tener preparada la habitación de tu bebé a tiempo, por lo menos, dos meses antes de su llegada a casa.

 

En el vientre materno, vivimos los estados emocionales de Mamá al cien por ciento. No existe una separación entre el yo de la madre y el yo del bebé.

El bebé siente como propio lo que le sucede a mamá: sus alegrías, sus tristezas, sus preocupaciones, y lo más importante aquello “no dicho”, lo “no expresado”.

 

Cuando la mujer se convierte en madre despliega toda su capacidad de amar junto con la protección, el cuidado, la atención y el cariño que un hijo necesita.

El secreto en la decoración del Feng Shui Sistémico (viento-agua-consciente) para un hogar tranquilo está en mantener armonía y equilibrio. Te ofrezco soluciones adaptadas a todas las necesidades y te invito a ponerte en contacto conmigo siempre que quieras. Hasta el próximo encuentro Ros Feng Shui.

 

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