Marcos Meléndez: Nuestro mejor momento

 

En el mundo, ha crecido exponencialmente el sector servicio a la vez que se ha debilitado seriamente el sector industrial y el propio aparato del Estado.

Tenemos entonces Estados-Nación que según la lógica capitalista deberían limitarse a funcionar como entes reguladores y de control. Pero ¿Cómo hace un Estado para hacerle control a un aparato empresarial que tiene más tecnología, más dinero, más contactos y más capacidad instalada que él mismo?
En este sentido preguntamos:
¿Cuál aparato de Estado en América Latina tiene más poder y capacidad instalada en este momento que Google?
¿Cuál institución pública del mundo tiene más fuerza y capacidad instalada que Amazon?


Esta distorsión económica y política tiene varias aristas que nombro aquí pero que conviene profundizar:


. – El modelo capitalista se vuelve un monstruo que se muerde la cola: Bajo el principio de mínima inversión y máxima ganancia, el «primer mundo» creció en empresas de servicios, creció en instituciones financieras, creció en bolsas de valores, pero perdió soberanía en materia industrial. El propio Donald Trump ha tenido que imponer aranceles a los chinos, pero en realidad no es a China a quien le impone los aranceles, es a las propias empresas norteamericanas que se han ido a instalar a China para tercerizar (y reducir) los costos de contaminación, mano de obra y capacidad instalada atendiendo los postulados básicos del capitalismo neoliberal. Ahora esa conducta mantenida en toda la segunda mitad del siglo XX, les está explotando en la cara.

. – Unas universidades que producen servicios para quienes prestan servicios: Las universidades en el mundo aumentaron el egreso de abogadas periodistas y gerentes en forma masiva, dado que su mercado es el de los servicios. Como consecuencia, disminuyeron el número de egresadas y egresados en ingeniería industrial, agrícola, química, mecánica, profesionales técnicos, así como de profesionales de la ciencia, el diseño y la planificación que desde su proceso formativo sean capaces de generar insumos para la producción primaria y secundaria. También se redujo significativamente la graduación en áreas como sociología, economía política, trabajo social y ciencias médicas. Los pocos profesionales en éstas áreas, han sido asumidos por las grandes corporaciones de servicios.

 


. – Un Estado cada vez más débil: En medio de una pandemia; y como consecuencia de lo que venimos describiendo, países grandes como Estados Unidos se someten a la humillante situación de tener que suplicar a 3M que no venda mascarillas en el extranjero sin abastecer primero el mercado interno y mendigar a empresas extranjeras para adquirir respiradores e insumos que antes producía la propia industria norteamericana. Así mismo, Estados Unidos recurre a la piratería política de bloquear económicamente a Venezuela para intentar retornar al siglo XIX con un control colonial del hemisferio como lo establece la doctrina Monroe.


Esas bravuconadas que nos causan tanto daño, son signos de una pérdida de poder interno y externo por parte del gobierno y del aparato del Estado en la propia Norteamérica.
Es así como en Europa, vemos un inmigrante africano que trabaja en una plantación de España decir por las redes sociales «¿Dónde están los tres millones de votantes de Vox que decían que los inmigrantes éramos ladrones. Aquí estamos los inmigrantes negros produciendo para que ustedes coman, aquí estamos los inmigrantes cotizando para que ustedes cobren mientras están escondidos en sus casas» causando vergüenza a toda la estructura política del país.

 

Marcos Meléndez: Nuestro mejor momento

China toma protagonismo mundial porque hizo lo contrario: Robusteció el aparato industrial, la ciencia la tecnología y ahora tiene al mundo entero «pidiendo cacao» como decimos en criollo.

 

En nuestro país estamos ante una situación complicada a nivel económico que se refleja en un alza desmedida de los precios de insumos básicos, alimentos y medicinas. Un bloqueo a la economía y un saqueo sistemático a las reservas del Estado para financiar una industria que a penas generó el 3% de los ingresos en divisas durante todo el siglo XX nos mantienen ahora luchando contra la pandemia sostenidos en cuatro grandes pilares:

1.- Un pueblo organizado y consciente que ha tenido un comportamiento impecable en lo económico, en lo político y en lo social dando ejemplo al mundo entero de civismo y de altura ciudadana.
2.-Un gobierno que ha tomado decisiones oportunas y ha sido capaz de ponerse del lado de los requerimientos de los sectores más vulnerables de la economía.
3.-Una alianza cívico militar que ha impedido que se violente la soberanía.
4.-El apoyo internacional efectivo de Cuba, Rusia, China, Irán y organismos internacionales como la Cruz Roja, la Media Luna roja y la ONU como consecuencia de unas relaciones diplomáticas fortalecidas desde la época de Chávez como presidente y Nicolás Maduro Moros como Canciller, en una primera etapa y como presidente en la etapa actual.

Estos cuatro pilares han impedido la debacle nacional y nos mantienen a flote en medio del crujir de la economía. En palabras de Hector Rodríguez «Estamos viendo los frutos de veinte años de revolución».

Marcos Meléndez: Nuestro mejor momento


Por otro lado, hay quienes achacan la culpa al tema de los altos precios al valor cambiario especulativo del dólar y consideran que la solución económica es que nos metamos en el instagram de la página que refleja el marcador del dólar paralelo y procedamos a bloquearla.

También están los que consideran que los problemas económicos se deben única y exclusivamente al bloqueo y por lo tanto sólo con resistir es suficiente.

Otro sector considera que el problema es la especulación y aportan como ruta de solución salir hasta los comerciantes para revisar su estructura de costos y hacer que bajen los precios.


Claro que esas cosas hay que hacerlas. Bloquear las páginas del dólar criminal, es un asunto político, moral e ideológico, de respeto a nuestra identidad. Revisar y regular los precios, son una medida lógica e inmediata de protección a nuestra gente.

Pero cuidado con pensar que esas son «decisiones económicas» o que van a ser una «solución al problema de los precios».
El problema de los precios es el mismo que en el resto del planeta: Mucha gente prestando servicios y poca gente trabajando en la producción de insumos alimentos y medicinas.

 


¿Qué hacer?
En este contexto nos toca «cambiar el caucho con el carro andando» como dicen por ahí. Esto significa tomar las medidas de protección para el pueblo y resistir el bloqueo. Pero, al mismo tiempo, diseñar cursos de acción para una nueva política universitaria productiva, un retorno a la producción industrial seria (lo cual implica revisar nuestro propio aparato industrial del Estado y el privado) y definitivamente avanzar hacia la superación del rentismo petrolero aprovechando que los precios del crudo, están en su peor momento.

 


El Plan de la Patria está, una ciudadanía consciente la tenemos, unos precios del petróleo por el suelo que nos ayuden a pensar en otra cosa que no sea repartir la renta petrolera también lo tenemos y un gobierno que responde ante las crisis más duras también.

 

Es este entonces nuestro mejor momento.

 

 

Marcos Meléndez: Nuestro mejor momento

 

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CIUDAD VLC/MARCOS MELÉNDEZ

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