Algunos datos sobre la muerte de la niña guatemalteca de 7 años fueron revelados por medios locales, lo cual generó una serie de preguntas sobre el trabajo de las autoridades migratorias de EE.UU.

 

La niña se llamaba Jakelin Caal, era de Guatemala, tenía siete años y falleció por deshidratación y shock el pasado 8 de diciembre mientras se encontraba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de EE.UU.

 

Se reveló que el organismo tardó casi una semana en anunciar la muerte de la menor, cosa que ha generado una serie de preguntas sobre el trabajo de las autoridades migratorias estadounidenses.

 

 

¿Qué pasó con la niña guatemalteca?

Según el padre, la niña no había comido ni bebido nada durante días antes de cruzar la frontera. Ambos formaban parte de un grupo de 163 inmigrantes que llegaron al puerto de entrada en Antelope Wells (Nuevo México, EE.UU.), que estaba cerrado por la noche.

 

El grupo decidió entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza en una pequeña base situada en la misma localidad. Luego fueron transportados en un autobús a la estación más cercana de la Patrulla Fronteriza, al sur de la ciudad de Lordsburg, a unos 150 kilómetros.

 

Durante el viaje de dos horas, la niña empezó a vomitar y tener convulsiones. Al llegar al destino, ya no estaba respirando. Fue reanimada por médicos y luego transportada en helicóptero a un hospital en El Paso.

 

Pero la niña nunca se recuperó y murió menos de 24 horas después de su ingreso.

 

Quedó demostrada la escasez de personal de las patrullas

El comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE.UU., Kevin McAleenan, aseguró este 14 de diciembre que los agentes «hicieron todo lo posible» para salvar a la niña. No obstante, admitió que aquel día había solo cuatro agentes trabajando con los 163 inmigrantes, incluidos 50 niños no acompañados, y solo un autobús para llevarlos a la estación de Lordsburg.

 

Niña guatemalteca
El grupo de inmigrantes que viajaba con la niña guatemalteca aún está detenido.

 

Chequeo inicial no reportó ninguna enfermedad

De acuerdo con la CBP, la niña parecía sana y su chequeo inicial no reveló problemas de salud. Su padre, que según las autoridades estadounidenses habla español, firmó un formulario que indicaba que su estado de salud era bueno. Por su parte, un funcionario guatemalteco aseveró que el idioma nativo de la familia es una variante del maya.

 

Según los oficiales de la CBP, Jakelin y su padre fueron retenidos en la instalación, provista con comida y agua, pero sin asistencia médica. Al ingresar ahí junto con otros inmigrantes, los agentes les leyeron un formulario de admisión.

 

De acuerdo con ese formulario, obtenido por el medio, la niña no mostró signos de enfermedad. No estaba sudando, no tenía temblores, ictericia o trauma visible y disponía de claridad mental. «Se le declara en buena salud», concluía el documento, firmado aparentemente por el padre de Jakelin.

 

Realizarán una autopsia para determinar qué pasó

La detención de grupos tan grandes plantea problemas logísticos para los agentes fronterizos. Hay un solo autobús que transporta a los migrantes en el trayecto que media entre el área donde fueron detenidos y la base en Lordsburg. Siguiendo el protocolo, otros menores llenaron el vehículo, por lo que la niña y su padre tuvieron que esperar un segundo viaje.

 

No está claro si la niña guatemalteca comió o bebió algo mientras estaba bajo custodia.

Las autoridades dijeron que tenía inflamación cerebral e insuficiencia hepática. Se programó una autopsia para determinar las causas de su muerte, cuyos resultados podrían tardar semanas.

 

Guardaron silencio durante una semana

La CBP explicó el viernes que no dio a conocer de inmediato la muerte de la menor por respeto a la familia, pero que está revisando sus prácticas de divulgación.

 

Niña guatemalteca
No se puede determinar si la niña bebió o comió mientras estuvo bajo la custodia de los patrulleros.

 

«Los agentes involucrados están profundamente afectados y empatizan con el padre por la pérdida de su hija», aseguró McAleenan. «No podemos enfatizar lo suficiente los peligros que supone viajar tan largas distancias en medios de transporte llenos de gente o (…) a través de áreas remotas del desierto, sin alimentos, agua y otros suministros».

 

La agencia AP subrayó que el comisionado McAleenan no mencionó la muerte de la niña cuando, esta semana, fue interrogado por miembros del Senado sobre asuntos fronterizos.

 

Ciudad VLC/Tomado de Actualidad RT.

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