Hace años el salario en las instituciones públicos se volvió insuficiente para pagar siquiera los alimentos básicos. Aún así la gente se las ingenia, busca otras fuentes de ingreso, matan tigres, tienen otros trabajos, venden cosas y generan así el dinero para seguir trabajando en sus instituciones públicas, prácticamente pagándose ellos mismos su sueldo.
-Nos dicen que hagamos teletrabajo en la pandemia. Lo hacemos pagándonos el Internet, porque inicialmente no era tan caro.
-De pronto el Internet sube de Bs 30 mil mensuales a Bs 4 millones, lo cual supera el salario mensual que recibimos como trabajadores públicos. No importa, lo asumimos porque de él dependen muchas cosas, incluyendo teletrabajo, las tareas de los chamos (quienes los tengan), comunicación, entretenimiento, tigritos, etc.
-Pero el Internet muchas veces se cae. En mi caso, tengo dos semanas con el internet a 0,4 Mbps de bajada, lo que me dificulta mucho trabajar, y muchas veces uno tiene que pagarse los datos de Movistar o Digitel (aproximadamente Bs 1.300.000 por 1 Gb) para poder trabajar, hacer una emergencia, etc. No importa, igual uno lo asume. Con rabia, pero qué más queda.
-Llega el método 7+7 y en muchos lugares se empieza a exigir a los trabajadores que asistan presencialmente uno, dos, o varios días en la semana de flexibilización. El pasaje urbano aumenta: Bs. 50 mil… 100 mil… 150 mil… 200 mil… asistir 10 días al mes al trabajo ya sale en Bs. 4 millones mensuales, mucho más de lo que se gana de salario en la administración pública. Si vienes de otra ciudad (La Guaira, Guarenas, etc.) son 500 mil, 600 mil o más. Además, los bancos reducen el efectivo que entregan diariamente a 400 mil Bs, forzando a la gente a hacer cola todos los días en el banco para sacar dinero.
Igual, muchos trabajadores públicos lo asumen y se pagan de su bolsillo estos gastos para seguir yendo a su trabajo.
-En algunas instituciones (como donde yo laboro) se recibían bolsas de Clap mensualmente con puntualidad, que al menos ayudaban un poco. Pero desde noviembre no las recibimos más. Uno dice: bueno, no importa, ya resolveremos.
-En algunos trabajos se piden colaboraciones: que si poner desinfectante, alcohol, jabón líquido, etc. La gente lo acepta y lo lleva desde sus casas.
-Pero entonces se quiere normalizar esto, se nos dice ahora que «la gente tiene que pagar sus servicios» y se nos informa que el Metro y el tren también van a cobrar, y si bien parece una tontería (Bs. 45 mil por viaje del metro, Bs. 20 mil el tren), el hecho es que alguien que tenga que usarlo a diario va a gastar unos 2 millones de bolívares mensuales que también tiene que sacar de su bolsillo. Como si no fuera suficiente con todo lo anterior.
-Uno entiende las raíces de todo esto (el bloqueo, las sanciones y el intento de torcer el brazo al pueblo venezolano por parte del imperialismo). Créanme que si uno no lo entendiera, uno simplemente no continuaría en todo esto. La mayoría de quienes seguimos aquí, lo hacemos por razones ideológicas.
-Uno entiende también la necesidad de empresas como Cantv, el Metro de Caracas y muchas otras de poder ser sustentables para poder pagar sueldos dignos a sus trabajadores, quienes sin duda los merecen, igual que el resto de los trabajadores públicos.
-Lo que yo no entiendo es: ¿por qué se pretende que seamos los trabajadores públicos, el eslabón más débil de la cadena, el que tenga que mantener a las instituciones públicas, cuando existe un empresariado y unos grandes capitales que movilizan millones de dólares diariamente, evadiendo impuestos en muchos casos? Ellos tienen sus cuentas en el exterior, manejan muchas divisas en efectivo que no reportan, tienen márgenes de ganancias inmensos y venden los productos a precios mucho mayores que sus equivalentes en otros países. ¿Cómo es que a estos señores no se les regula, no se les controla ni se les cobra impuestos?
Pero a nosotros, los que ganamos unos pocos dólares mensuales, sí nos quieren cobrar todos los servicios, nos repiten 10 mil veces al día el discursito de que «sin producción no hay aumentos de sueldos» (como si nosotros no produjéramos, como si no trabajáramos, como si no le echáramos bolas) y nos dicen ahora que «ya basta de cosas gratis, el pueblo tiene que pagar los servicios», como si nosotros no quisiéramos tener un sueldo decente para pagar los servicios, como hacíamos en el pasado.
Yo no estoy de acuerdo con las declaraciones de algunos compas de la APR llamando «neoliberal» a Maduro, pero coño, con políticas como estas, nos dejan cada vez menos y menos argumentos para defenderlo.
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Luigino Bracci Roa