Récord Guinnes In memoriam, por Marcos Meléndez

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“La cultura para los pobres,

no puede ser una pobre cultura”

(José Antonio Abreu)

Una vez me tocó entrevistar al Maestro Abreu y le pregunté:

-Maestro, ¿Cuál es su máximo sueño con respecto al sistema de orquestas?

Me respondió:

-Una orquesta sinfónica donde estén representados todos los países del mundo y que la dirija un venezolano.

Me contestó tan rápido, tan firme y tan contundentemente que me asombré. Creo que cuando la gente tiene convicciones tan sólidas y actúa en torno a ellas de manera tan tenaz, llega tan lejos como Abreu.

Es noticia en todas las redes sociales el hecho de que Venezuela Alcanzó Récord Guinnes con una orquesta sinfónica de unos doce mil músicos que integran el sistema de orquestas y coros juveniles e infantiles de Venezuela.

Todo el mundo nombra al maestro José Antonio Abreu como la persona a la cual agradecerle este logro planetario. Lo cual, es cierto, pero ¿Sólo a Abreu?

 

Un poquito de historia

Vicente Emilio Sojo (1887-1974) Un musicólogo empírico nacido en Guatire, Estado Miranda, se inició en la composición estudiando por su propia cuenta, con los tratados de técnicas orquestales que le llegaron de Europa, mientras trabajaba como tabacalero.

Una vez que dominó la técnica, inició una cátedra de composición, donde se formaron bajo su labor docente, compositoras como Blanca Estrella de Méscoli (primera mujer en obtener el título de Maestro compositor), Modesta Bor (quien luego de estudiar con Sojo se trasladó a Rusia para hacerse discípula de Aran Jachaturian trayendo una fuerte influencia de la música sinfónica romántica y contemporánea) y compositores como Antonio Estévez (autor de la Cantata Criolla) o Antonio Lauro (quien luego de estudiar con Sojo, estudió con Segovia en España) logrando un robusto repertorio para orquestas y coros de corte nacionalista.

 

HOY SUENA EN CIUDAD VALENCIA: "AQUÍ TE AMO", DE MODESTA BOR

 

Tenía entonces Sojo, música para orquesta pero sin orquesta y música para coros, pero sin coros para interpretarlas.

Es así como Sojo funda la Orquesta Sinfónica Venezuela y el Orfeón Lamas con algunos músicos traídos de Europa y otros formados aquí.

Ya con una cátedra de composición floreciente y una orquesta que pudiera estrenar este repertorio, Vicente Emilio Sojo crea la idea de un semillero que formara nuevos músicos que pudieran sustituir a los viejos maestros de la sinfónica.

Para ello delega en José Antonio Abreu, uno de sus alumnos menos aventajados, pero que resultaba un brillante gerente y economista, la creación de una orquesta sinfónica juvenil con núcleos en las principales ciudades como fuentes de captación y formación de talentos.

Sojo, vio materializarse la orquesta juvenil, pero no el sistema de núcleos que ideó.

Este sistema de orquestas se convirtió en una Fundación de Estado durante el gobierno de Hugo Chávez, en cuyo mandato se realizó la mayor inversión y diversificación de orquestas infantiles y juveniles de toda la historia de Venezuela.

 

 

In memoriam

Por eso, en honor a mi responsabilidad como trabajador del arte, docente y planificador, rindo homenaje a quienes hicieron posible este proyecto que une a ricos y pobres, de izquierda y derecha, de los cuatro puntos cardinales del país, a través de compases, frases, semi frases, períodos, sonidos, silencios, acordes y disonancias para decirle al mundo que somos nuevamente Récord Guinnes:

Vicente Emilio Sojo, José Antonio Abreu y Hugo Chávez.

 

Que viva la Patria, y el coraje de decir la verdad.

 

Autor: Marcos Meléndez (@marcosmelendezm)

 

 

Ciudad Valencia