periodista

Este 27 de junio estamos celebrando los 200 años de la aparición del Correo del Orinoco, órgano de prensa que surgió en plena Guerra de Independencia (1818), ideado por el libertador Simón Bolívar, con la colaboración de Juan Germán Roscio y Cristobal Mendoza, para contrarrestar la desinformación e infamias divulgadas por la prensa realista, representada por La Gazeta de Caracas.

En nuestro país, dicha efeméride se vincula, por propuesta de Guillermo García Ponce, a la celebración del día del periodista, profesión de múltiples riesgos y desafíos, sobre todo en tiempos de medias y “post” verdades, eufemismos utilizados para maquillar la mentira.

De esta manera, recordamos la expresión “Maten al mensajero”, que tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando la pena capital se aplicaba al portador de malas noticias y no a quien la originaba, así sucumbieron ante la ira monárquica numerosos emisarios; el trágico final destinado a carteros medievales se aplica, por extensión, a los periodistas de hoy en día.

 

En Colombia y México asesinan al periodista 

Colombia y México ocupan los primeros lugares en cuanto a países con mayor número de periodistas asesinados. Por ello, vale reflexionar: ¿Qué hace del periodismo una profesión tan peligrosa? Y, en todo caso, si nuestra vocación nos inclina hacia ese destino ¿Qué hace falta para ser periodista? Si buscáramos algunas palabras para definir a un buen o buena periodista, nos quedaríamos con: Libertad, amor a la verdad, sinceridad, observación, intuición, agilidad, seguridad, valentía y honestidad, y como ya no podemos emplear la palabra “etcétera”, diremos “entre otras”…

Sobre todo hace falta valor; tener valor para buscar la verdad siempre, esté donde esté, pase lo que nos pase y cueste lo que nos cueste. Y es que también “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”. El periodista nace y se hace. Al periodista le interesa todo lo que ocurre a su alrededor, quiere saber lo qué pasa y a quién le pasa.
El denominado cuarto poder enfrenta hoy en Venezuela numerosos desafíos, quizá el mas importante sea la ética, aparejado de la credibilidad, se impone establecer un equilibrio entre la objetividad y la subjetividad, sin el cual irremediablemente se lesiona la credibilidad del periodista y del medio de comunicación.

El Papa Francisco ha advertido sobre las noticias falsas (fakenews) vinculándolas con “la codicia” y la “sed de poder” del ser humano. Señaló que “ninguna desinformación es inocua” y que “incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos”.

El Sumo Pontífice añadió: “Las mismas motivaciones económicas y oportunistas de la desinformación tienen su raíz en la sed de poder”. Subrayó, en este sentido, la necesidad de “educar en la verdad”, es decir, “para saber discernir, valorar y ponderar los deseos y las inclinaciones que se mueven dentro de nosotros”. El Papa insistió en señalar: “El drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos”.

 

Por si te lo perdiste: Primeros ejemplares del Correo del Orinoco llegarán a Carabobo

El periodismo se siente, se vive, se ejerce, se trabaja. Para ser periodista hay que nacer y hace falta ser observador (a), saber ver, saber oír, saber estar, saber decir, y algo muy importante “estar allí”, con esto último nos referimos al sentido de la oportunidad. Julia Arroyo, periodista española, resume (…) las cualidades de un buen periodista: INTUICIÓN, AGILIDAD MENTAL y… ¡SENTIDO COMÚN!.

 

Ismael Noé Valecillos

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here