La inédita final de la Copa Libertadores de América entre los dos máximos rivales del fútbol argentino: Boca Junior y River Plate tuvo un final de alargue electrizante en favor del River, tras el empate a uno del tiempo reglamentario en el estadio Santiago Bernabéu, célebre casa del equipo Real Madrid de la Liga de España.
Boca Junior había pegado primero en las postrimerías del primer tiempo gracias a definición elegante y certera de Darío Benedetto, tras pase filtrado de Nández, mucho después de un comienzo lleno de impresiciones para ambos conjuntos, de seguro acusando el golpe de no estar en la Argentina, como siempre que se juegan estos clásicos, sino al otro lado del mar, en Europa, ante la mirada atenta de casi 70 mil personas y millones más por televisión.
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El River comenzó el segundo tiempo sin mucha claridad, pero de a poco se fue acentando hasta que una sucesión de pases cortos en el área grande xeneize, que desarticularon su defensa, dejó a Lucas Pratto solito y frente al arco para fusilar sin atenuantes al arquero Andrada.
Tras esto, Boca se llenó de dudas, pero River tampoco pudo arrollar como parecía amenazar tras el empate, así que todo quedó para un alargue, que no podía faltar en esta fiesta del futbol mundial, que como era de esperarse concentró la atención de los amantes del buen futbol alrededor del planeta.
Boca con roja y River que no perdona
Este alargue, que podía ser para cualquiera de los dos equipos argentinos, comenzó a decantarse a favor del equipo millonario nada más comenzar los primeros 15 minutos de la prórroga, pues el colombiano Wilmar Barrios, de destacada actuación, recibió la segunda amarilla del encuentro y la consecuente roja para obligar a Boca a irse atrás y tratar de mantener el marcador en procura de los penalties.
Sin embargo, quien acabaría siendo nombrado el MVP del partido, el colombiano Juan Fernando Quintero, acabó con esas esperanzas, con un inesperado misil desde fuera del área grande, y de nada sirvieron ya los últimos cambios del mellizo Barros Schelotto, trayendo a Tévez, pues Zuculini salió por un tirón dejando a Boca con nueve en cancha ante un River desbordante por el centro y las puntas.
El acabose llegó a punto del pitazo final, cuanto todo Boca, incluyendo al arquero Andrada, subió a la desesperada para cabecear un último córner que permitiera el 2-2 y un suspenso que resolvieran los penalties, pero de allí solo salio un rebote que aprovechó el Pity Martínez escapándose sin enemigos y con el arco xeneize desguarnecido para decretar el 3-1 definitivo y la cuarta Libertadores para el River Plate.
Ramón Núñez / Ciudad VLC
