El Centro Nacional de Control de Defensa de Rusia dio un plazo hasta la mañana de este lunes para que los nacionalistas ucranianos depongan las armas y abandonen la ciudad de Mariúpol.
El jefe del organismo, Mijaíl Mizíntsev, señaló que a los combatientes se les garantizará la vida y podrán viajar a través de los corredores humanitarios a las zonas controladas por el Gobierno ucraniano, reseña Prensa Latina.
«En caso de que los funcionarios de Kiev vuelvan a abandonarlos y les ordenen morir como mártires, instamos a todos los que se preocupan y valoran su propia vida a que lo hagan de forma independiente o como parte de grupos separados», dijo.
Manifestó que los jefes de las unidades de la autoproclamada República Popular de Donetsk y de las Fuerzas Armadas de Rusia estarán preparadas para ese escenario y garantizarán la salida segura de estos nacionalistas ucranianos a cualquier zona designada, pero solo sin armas y municiones.
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Mizíntsev trasladó la invitación de Moscú para que representantes de Naciones Unidas (ONU), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y la Cruz Roja acompañen la operación para evacuar a los civiles de esa urbe portuaria a orillas del mar de Azov.
El también jefe del Cuartel General para la ayuda humanitaria a Ucrania dijo que los neonazis utilizan a más de 4,5 millones de civiles como escudos humanos en ese país, entre ellos, seis mil 838 ciudadanos extranjeros de 18 países.
Ciudad Valencia / AVN