La misofonía es una sensibilidad extrema a ciertos sonidos que provocan reacciones emocionales intensas, como ansiedad, enojo o angustia.
En las personas autistas, esta condición es común y se relaciona con diferencias en el procesamiento sensorial.
Causas y Sonidos Desencadenantes
Las personas con autismo pueden tener una respuesta aumentada a ciertos estímulos auditivos debido a la hipersensibilidad sensorial.
Algunos sonidos que suelen desencadenar misofonía incluyen:
- Masticación, sorber líquidos o tragar
- Respiración fuerte o ronquidos
- Clics de bolígrafos, teclados o relojes
- Sonidos electrónicos, como el zumbido de luces fluorescentes
Impacto en la Vida Diaria
Las reacciones pueden ir desde una incomodidad moderada hasta una respuesta de lucha o huida, lo que puede afectar la capacidad de la persona para estar en ciertos entornos, como la escuela, el trabajo o reuniones familiares.
Estrategias de Manejo
Algunas estrategias para reducir el impacto de la misofonía en personas autistas incluyen:
- Uso de auriculares con cancelación de ruido o música relajante
- Creación de entornos con menos estímulos auditivos
- Técnicas de regulación sensorial, como respiración profunda o pausas sensoriales
- Terapia de exposición gradual para aumentar la tolerancia a ciertos sonidos
- Comunicación de necesidades mediante sistemas de apoyo, como el uso de ACC (Comunicación Aumentativa y Alternativa)
Si la misofonía afecta significativamente la calidad de vida, un terapeuta ocupacional especializado en integración sensorial puede ayudar a desarrollar estrategias personalizadas.
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