No deja de venir a la memoria el fallo del Laudo Arbitral de 1899 que fraudulentamente despojó a Venezuela de la Guayana Esequiba.
En esa oportunidad, un tribunal compuesto por dos ingleses, dos estadounidenses y un ruso (totalmente pro británico) decidió, sin mayor aspaviento, que ese territorio al este de Venezuela, histórica y legalmente tierra venezolana, desde ese momento y sin argumentación jurídica sólida era de la Corona Británica.
Ahora, ciento veinte años después, otra corte anglosajona, sin argumentación legal sólida, sostiene que las cortes británicas están obligadas a aceptar que el gobierno de su Majestad la Reina (así ellos claman) no reconoce a Nicolás Maduro como Presidente y que el reconocimiento del Gobierno Británico al asaltante de Chacaíto es «claro e inequívoco», por lo que el control de las reservas de oro venezolano depositado en Londres no es diáfano, y que el legítimo gobierno de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro, no puede disponer de ellas.
Esa tan absurda como falaz decisión no es otra cosa que una construcción podrida de un ejercicio imperialista que hoy en día no se ejerce con fragatas, cañoneras o piratas como Francis Drake, sino a través de artimañas jurídicas y políticas que imponen la voluntad de los gobiernos imperialistas sobre el resto del mundo.
A través de este tipo de tácticas, Inglaterra, por ejemplo, sigue manteniendo sometidos a pueblos del mundo y continúa ejerciendo sus despojos en lugares como las Islas Malvinas Argentinas.
Ahora, el argumento de que el gobierno del Reino Unido reconoce a Guaidó se cae por su propio peso, pues en este momento el máximo representante diplomático de ese país ante Venezuela, su encargada de negocios Rebecca Buckingham, se encuentra acreditada ante el gobierno legítimo de Nicolás Maduro al punto de que ésta se ha reunido en tal condición con el excanciller Arreaza , cumpliendo sus funciones y respetándose su investidura diplomática con respeto al acuerdo de Ginebra por las legítimas autoridades venezolanas. Para muestra un botón:
https://mppre.gob.ve/2021/08/12/arreaza-reitera-voluntad-venezuela-mejorar-relaciones-reino-unido/
No obstante, el asesor jurídico del Foreign Office, es decir, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, ha dicho que la posición de su gobierno es “clara y sin ambigüedades” y que el Ejecutivo de Boris Johnson reconoce solo a Juan Guaidó como jefe de Estado de Venezuela.
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Afirmación tan descaradamente manipulada que la máxima representante de ese gobierno en nuestro país, aun cuando se ha reunido con el falsete presidencial, como ya hemos visto, se encuentra legalmente acreditada ante el gobierno legítimo de Venezuela, que despacha desde el Palacio de Miraflores y de su Cancillería, la cual tiene su sede en la Casa Amarilla.
Las acciones de la Corte Suprema Británica y su decisión no son más que una embrollosa y escabrosa afirmación de que, en primer lugar, el Reino Unido no cesa en sus ejercicios imperialistas fascistas y, en segundo lugar, que es un apéndice mal asido a las decisiones que el gobierno de USA toma, arrastrando con ella a los ingleses, quienes hoy en día no encuentran cómo desprenderse del inmenso desastre político y diplomático que les impusieron desde Washington.
Fernando Guevara / Ciudad VLC
