El canciller de México, Marcelo Ebrard, informó este domingo que ofrece el asilo en su embajada a Evo Morales y que un grupo de 20 exmiembros del Ejecutivo boliviano han sido acogidos en la residencia oficial de ese país en La Paz.

Ebrard destacó que esa acción de México se hace, «de conformidad a su tradición de asilo y no intervención».

Minutos antes, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, detalló que será este lunes cuando su Gobierno dé a conocer «con amplitud» la postura ante la dimisión del mandatario boliviano, «quien prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia».

No obstante, la noche del domingo, el ahora exmandatario resaltó: «quiero que sepa el pueblo boliviano, no tengo por qué escapar, que prueben si estoy robando algo. Si dicen que no hemos trabajado, vean las miles de obras construidas gracias al crecimiento económico. Los humildes, los pobres que amamos la Patria vamos a continuar con esta lucha».

El analista político Luis Quintana asegura que esta postura del Gobierno de México no es nueva, porque ha «tendido la mano» con frecuencia a todos los proceso en América Latina que han buscado un «cauce pacifico, democrático y de inclusión social». En el caso de Bolivia, se trata de una «situación de crisis» en la que los líderes bolivianos están siendo «depuestos por un golpe de Estado de carácter fascista».

Este experto subraya que, aunque Evo Morales ha ratificado que no pedirá asilo político, resulta «importante» la disposición que ha mostrado «un país tan importante como México» al ofrecer alternativas «diplomática y política», ya que el exmandatario podría ser detenido de «forma violenta y arbitraria» y su vida «está en juego».

Morales ha comunicado su renuncia este 10 de noviembre tras una escalada de tensión después de los resultados de las elecciones generales, que derivó en una ola de protestas y violencia en ese país sudamericano.

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Previamente, tanto el jefe de las Fuerzas Armadas como el comandante general de la Policía de Bolivia habían sugerido al mandatario que dimitiera para buscar la estabilización de la nación.

Morales explicó que decidió renunciar con el fin de que quien fue candidato, Carlos Mesa, y el jefe opositor del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, «no sigan persiguiendo» a dirigentes sindicales, para que «no sigan quemando las casas» de funcionarios públicos y para que dejen de «secuestrar y maltratar» a los familiares de los líderes indígenas.

 

 

Ciudad VLC / Actualidad RT

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