Este domingo en el Congreso chileno se repetirá la misma escena que hace ocho años: la presidenta Michelle Bachelet le entregará el poder al líder de la derecha, Sebastián Piñera, lo que deja al país austral en medio de fuertes dudas sobre su futuro.

 

Bachelet se retiró del Palacio de La Moneda en medio de un acto donde la Guardia de Honor rindió los últimos honores a la hasta hoy presidenta de Chile. Dejó esta mañana La Moneda como Presidenta de la República en medio del apoyo ciudadano y de sus colaboradores, se tomó algunas fotografías con sus ministros, e incluso se asomó al balcón para saludar a la gente, todo bajo un ambiente de ceremonia de Estado.

 

En la antesala de concluir su mandato, la gobernante habló de los principales hitos de su segunda administración y de lo que espera para el país de cara al próximos años. Pidió a los chilenos quererse, cuidarse y exigirse para mejorar como país.

 

“Termino mi mandato tranquila, más allá que uno siempre quisiera hacer más cosas, estoy orgullosa de lo hemos hecho así que me voy muy tranquila”, señaló este domingo la Presidenta Michelle Bachelet a horas de dejar el gobierno y pasar a ser, como ella misma lo dijo hace unos días, una ciudadana más.

 

Lo que se viene luego de Bachelet…

Luego de la conclusión del mandato de Bachelet y la entrega del poder Ejecutivo al presidente electo Sebastián Piñera, muchos son los desafíos de Chile para los próximos 4 años.

 

Las principales preocupaciones del pueblo chileno se enfocarán, de ahora en adelante, en las políticas económicas de corte neoliberal del presidente Piñera, que en su anterior mandato realizó varias reformas para privatizar la educación y la salud en el país austral.

 

Además de las políticas económicas de Piñera, sobre Chile se ciernen las sombras del Pinochetismo en su máxima expresión, con peligrosas implicaciones para la región.

 

Por ejemplo, el nuevo Ministro de Justicia de Piñera será Hernán Larraín, un abogado pinochetista que defendió la dictadura, y por supuesto defendió a Pinochet, además de negar la existencia de los casos de torturas y violaciones de niñas en la Colonia Dignidad, dirigidas por el militar nazi Paul Schäfer, así como otros cientos de casos relacionados con corrupción corporativa, como el recordado Caso Penta.

 

También, Crisitiàn Labbè, un ex agente DINA (servicios de inteligencia durante la dictadura) y ex guardaespaldas de Pinochet, fue invitado por el presidente Piñera al cambio de mando.

 

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Con la llegada de Piñera, parece que vinieran  «tiempos mejores» para el Pinochetismo y la utraderecha, quien se visibiliza abiertamente.

 

 

 

Ely Reyes/Ciudad VLC

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