En esta oportunidad voy a hablarles sobre los cronistas oficiales de Valencia, que son aquellas personas designadas por la municipalidad a objeto de resguardar por escrito los hechos históricos, para que los coetáneos y futuras generaciones puedan tener una visión de lo acontecido en una ciudad determinada.
La figura del cronista en América se remonta a los inicios de la conquista, en tal sentido encontramos como el primer cronista oficial de las Indias a Gonzalo Fernández de Oviedo (1472-1557), capitán, gobernador de Santo Domingo, avalado por disposición del rey Carlos V, hecho ocurrido el 18 de agosto de 1532.
Por supuesto, narrando una historia donde se enaltece la figura del rey y la grandeza de España. Nos deja su obra “Historia general y natural de las Indias”.
En Venezuela se tuvo que esperar mucho tiempo para que esta figura se adoptara en nuestros cabildos, y solo fue a mediados del siglo XX, a través de la estampa robusta de ese eminente historiador valenciano, Enrique Bernardo Núñez (1895-1964), que se pudo aprobar, convirtiéndose en el primer cronista de Caracas y de Venezuela, el 15 de enero de 1945.
A partir de ese momento, de manera escalonada, las principales ciudades del país iban incorporando dentro de su estructura organizacional el cargo del cronista.
En Valencia este hecho tuvo gran repercusión, pues se trataba de un personaje de alto renombre, como Enrique Bernardo Núñez, que nunca se desprendió de su querida ciudad y cada año venía a ofrendarle un ramo de azucenas a la Virgen del Socorro, de quien era un ferviente devoto, y a los meses se aprobó designar a nuestro primer cronista, Rafael Saturno Guerra.
Cuatro cronistas oficiales e inolvidables de Valencia
Rafael Saturno Guerra: Nació en la parroquia Candelaria el 11 de febrero de 1902, siendo su padre el muy estimado médico Rafael Guerra Méndez y su madre Ramona Moreno. Fue un autodidacta, bachiller que ejerció con mucha erudición el periodismo, fue historiador, senador por Carabobo en 1940-1942, director del diario El Globo por más de trece años, presidente de la Asociación Venezolana de Periodismo (AVP), seccional Carabobo, hoy colegio de periodistas.
Tuvo el honor de ser el primer cronista de la ciudad desde 1946 hasta su muerte en 1966. Dejó importantes libros: “Cristal de tradición”, “Recado histórico sobre Valencia”, “La historia del puente Morillo”, “Elogios a Enrique Bernardo Núñez”, entre otros importantes trabajos.
Alfonso Antonio Marín Pacheco: Nació en Burbusay, estado Trujillo, el 1º de octubre de 1908, fue periodista, escritor, poeta, articulista del diario El Carabobeño a través de su columna “Balcón Abierto”. Llega a Valencia en 1940 designado por el ministro del trabajo y comunicaciones, José Rafael Pocaterra, como inspector del trabajo de los estados Carabobo, Cojedes y Yaracuy.
Se casó con una valenciana, la señorita Lucila Arnao Olivo. Fue designado cronista de la ciudad en 1967 y fue uno de los impulsores de la creación de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela (ANCOV), fundada en 1968 y en 1986 en Punto Fijo; fue uno de los promotores en declarar el Día Nacional del Cronista, los 20 de mayo en honor a Enrique Bernardo Núñez.
Entre sus escritos encontramos: “¿Qué es Valencia?”, “Páez en Valencia”, “Morón el ave Fénix de Carabobo”, “Los árboles de Valencia”, “La muerte del Libertador y sus implicaciones políticas”. Tuve la suerte de conocerlo al igual que a su sucesor, hombres de gran sapiencia y humildad. Fallece el 9 de septiembre de 1989.
Guillermo Mujica Sevilla: Nació en la parroquia Candelaria el 10 de febrero de 1926, médico, catedrático, escritor, patólogo, cronista a carta cabal. Designado cronista en diciembre de 1989, y en enero del siguiente año cronista emérito de la Universidad de Carabobo.
Su columna en el diario El Carabobeño era muy leída, denominada “De Azules y de Brumas”, al igual que sus trabajos para la revista In-formate, deja libros muy significativos: “Valencia bajo el gomecismo”, “Desde el solar valenciano”, y sus crónicas de Azules y Brumas convertidos en libros todo un manjar para el lector que busca conocer la cotidianidad de la Valencia de ayer.
José Joaquín Burgos. Nació en Guanare el 20 de abril de 1933, egresado del Pedagógico de Caracas en la mención castellano y literatura, profesor del Pedro Gual, posteriormente del liceo Manuel Vicente Romero García y de la Universidad de Carabobo.
Nuestra familia le tenía mucha estima, pues eran vecinos cercanos allá en la capital coromotana de Venezuela, fue profesor de mi hermana Gloria y colega de mi primo hermano el Dr. Rafael Gavidia, quien fuera el primer cronista de Guanare.
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El Concejo Municipal de Valencia aprobó la selección del poeta Burgos a cronista de la ciudad el 18 de septiembre del 2015, desafortunadamente al poco tiempo de su juramentación empezó a padecer de problemas cardiacos que se le fueron complicando hasta fallecer el 7 de agosto de 2017.
Una figura estelar de las letras que nos deja un gran legado entre las cuales citamos: “Coromotanias“, El pozo del arcoíris”, “Don Juan de los poderes”, “La ciudad novelada”, “Piel de sueño”, “Guanare Piedraluz”, “Unicornio”, “Las murallas del reino”.
Además de ”Torreparque” y sus interesantes artículos en el diario Notitarde en su columna Indocencias. Tuve el gran honor de contar con su bella amistad.
¡¡¡ASÍ MISMO ES, VALENCIA SÍ TIENE QUIEN LE ESCRIBA!!!
Miguel Ángel Dasilva Gavidia / Ciudad VLC
