Un tribunal en Argentina condenó este lunes al grupo de ocho «rugbiers» que en enero de 2020 asesinó a golpes a otro joven, Fernández Báez Sosa, a la salida de una discoteca en el balneario de Villa Gesell, en la provincia de Buenos Aires.

Cinco de los amigos de entre 21 y 23 años, que jugaban al rugby juntos, recibieron la pena máxima de cadena perpetua por ser autores del «homicidio agravado por alevosía« de Báez Sosa y por el «concurso premeditado de dos o más personas». Esto implica que deberán cumplir una pena de al menos 30 años de cárcel.

Los otros tres recibieron una sentencia de 15 años de prisión por ser partícipes secundarios del delito.

El veredicto -durante cuya lectura uno de los acusados se desmayó– fue seguido con mucha atención en Argentina, donde el caso causó enorme conmoción.

La periodista de BBC Mundo en Buenos Aires, Veronica Smink, informó que algunos medios incluso esperaron el anuncio del Tribunal de Dolores -la ciudad donde se realizó el juicio- con un reloj que iba marcando cuánto faltaba para que comience la lectura de los tres jueces.

Luego de conocerse el veredicto, los padres de Báez Sosa -que era hijo único y tenía 18 años al momento de ser asesinado- afirmaron que sintieron un poco de paz.

«La verdad es que después de tanta espera, tres años, escuchar el veredicto sonó fuerte cuando dijo perpetua y sentí una emoción al escuchar y me dio paz en el corazón. Sé quiénes fueron los que asesinaron a mi hijo«, afirmó la madre, Graciela Sosa.

Fernando Baez Sosa junto a sus padres.
Fernando Baez Sosa junto a sus padres (Facebook)
 

«Es muy difícil perdonarlos», agregó. «Me arrebataron un hijo que solo quiso ir a divertirse y mi hijo regresó en un cajón cerrado del que nunca más va a salir. Su ausencia y nuestro dolor es perpetuo«.

Silvino Báez, padre de Fernando Báez Sosa, también evaluó de forma positiva el fallo de la Justicia. «Tenemos paz. Mañana veremos cómo me levante de la cama. Hoy todavía no bajo de donde estoy, pero conseguimos algo grande, que es la perpetua para cinco y un poco de paz».

«Nosotros necesitamos un poco de paz, recuperar el ánimo, porque lo que pasamos no se lo deseo a nadie. Fue durísimo porque era el único hijo que teníamos y verlo así en todos los videos fue muy difícil».

Argentina
Máximo Thomsen, uno de los condenados a cadena perpetua, se desmayó durante la lectura del fallo (Foto: RRSS)
 

El veredicto

Los magistrados María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia fallaron de forma unánime.

Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) fueron declarados «coautores» del homicidio y condenados a cadena perpetua.

Ayrton Viollaz (23), Blas Cinalli (21) y Lucas Pertossi (23) recibieron una pena de 15 años de prisión por ser considerados coautores secundarios.

El fallo dio por probada la acusación de la fiscalía de que el grupo de amigos, oriundo de la localidad bonaerense de Zárate, planeó el ataque contra Báez Sosa.

El abogado defensor de los acusados, había solicitado que estos pudieran escuchar el veredicto de pie.

Durante la lectura, Máximo Thomsen empezó a tambalearse y acabó desmayándose frente a las cámaras. Según el diario La Nación, salió en ambulancia del tribunal una vez terminanda la audiencia.

Los ocho condenados pueden apelar la sentencia.

Los abogados de la familia Báez Sosa informaron que apelarán el fallo contra los tres jóvenes considerados partícipes secundarios, para pedir que todos sean condenados de por vida.

Fernando Baez Sosa.
Fernando Báez Sosa era hijo de dos inmigrantes paraguayos y planeaba estudiar Derecho en la Universidad de Buenos Aires.
 

¿Qué pasó?

La salvaje golpiza que terminó con la vida del joven de 18 años, que planeaba estudiar abogacía en la Universidad de Buenos Aires (UBA), ocurrió luego de un altercado entre dos grupos de jóvenes en la popular discoteca Le Brique, en el balneario de Villa Gesell.

Según testigos, Báez Sosa quiso separar una riña entre uno de sus amigos y uno de los jóvenes oriundos de Zárate. Por la disputa, todos fueron expulsados del lugar.

Mientras esperaba afuera de la discoteca con algunos de sus amigos, fueron atacados por la espalda por el grupo de rugbiers.

Durante el ataque, que fue filmado por muchas de las personas que lo presenciaron cerca de las 5 de la mañana del 18 de enero de 2020 -videos que durante el juicio circularon ampliamente por las redes sociales-, Báez Sosa fue golpeado hasta caer inconsciente y luego recibió patadas a la cabeza.

Según la autopsia, falleció por un «fuerte traumatismo de cráneo».

Ciudad Valencia / BBC