Las autoridades de la República Popular China realizan una operación de rescate a gran escala en las zonas afectadas de las provincias de Gansu y Qinghai en el noroeste de la nación, luego del terremoto de magnitud 6,2 registrado en horas de la noche del lunes.

En las labores participan 2.042 personas, 381 vehículos y 41 perros, así como militares del Ejército Popular de Liberación de China y unidades de la Policía Armada Popular, con lo que han logrado rescatar a un total de 78 personas aisladas del mundo exterior y evacuar a 6.653.

Como parte de la operación de rescate, el gobierno ha asignado más de 200 millones de yuanes (unos 28 millones de dólares) a las provincias afectadas en concepto de ayuda.

Según informes recientes, 131 personas han fallecido, por lo que ha sido considerado el mayor seísmo del país en una década, de las cuales 113 murieron y 782 resultaron herida en Gansu, y 18 fallecieron en Qinghai, con 198 heridos y 16 desaparecidos hasta el momento.

La tragedia causó que miles de viviendas de la región y otras infraestructuras sufrieran daños, el suministro de agua, la electricidad, el transporte y las comunicaciones quedaron interrumpidos, de acuerdo con lo reseñado por Sputnik.

 

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Los temblores se registraron en una zona montañosa del distrito de Jishishan, en la provincia de Gansu, a las 23:59 del 18 de diciembre, hora de Pekín (GMT+8) y el gran número de víctimas se explica por el hecho de que la profundidad fue relativamente pequeña, de 10 kilómetros.

Varios países del mundo se han pronunciado para enviar sus condolencias y expresar su solidaridad ante este siniestro, como Rusia, Cuba y Venezuela.

 

Ciudad Valencia / AVN