Con mujeres y hombres pusilanimes no se va ni se ganan guerras y mucho menos se hace una revolución, que por sus características es muy compleja, plagada de contradicciones que debe ser llevada a pulso por los revolucionarios.

No confiar en Nicolás Maduro es nunca haber confiado en Hugo Chávez , toda vez que, sin ningún ápice de dudas, Nicolás es el continuador de su obra, depositario de su legado, defensor del pueblo y el responsable de conducirnos a la victoria.

Como toda revolución, la nuestra está erizada de emboscadas intentando forzar la barra para quebrar la voluntad del pueblo que una y otra vez da lecciones por encima de una supuesta vanguardia llorona, vacilante y desde ya derrotada por su vacilante conducta.

Por eso, repito, que con vacilantes y pusilánimes no se ganan guerras. Terminan siendo un fardo pesado que se ubica en lo más atrasado de la cadena.

 

El triste rol que le imponen jugar a las y los traidores y pusilánimes

Estos como loros de feria repiten los mismos argumentos de la derecha con el disfraz de la «crítica», como si solo se tratara del continuo dilema de negar los procesos y hacer el coro a cuanta basura sale de los laboratorios de la derecha, que van desde la descalificación hasta la burla, vulgarizando cualquier esfuerzo por enfrentar a los enemigos y sus aliados.

Y esos «críticos» a la larga son más peligrosos que el enemigo que nos enfrenta de frente y sin complejos.

Ya decía Cicerón en el sitio de Roma: “Una nación puede sobrevivir a sus locos y hasta a sus ambiciosos, pero no puede sobrevivir a la traición intestina. Un enemigo que se presente frente a sus murallas es menos peligroso porque se da a conocer y lleva sus estandartes en alto, pero el traidor se mueve libremente dentro de las murallas, propaga rumores por las calles, escucha en los mismos recintos oficiales»

Continúa Cicerón: «… porque un traidor no parece un traidor y habla con un acento familiar a sus víctimas, teniendo un rostro parecido y vistiendo sus mismas ropas, apelando a los bajos instintos que hay ocultos en el corazón de todos los hombres. Roe el alma de una nación y trabaja secretamente amparado en las sombras de la noche para minar los pilares de una ciudad, infecta el cuerpo político de modo que ya no pueda resistir. Menos temible es un asesino. El traidor es como el agente portador de una plaga”.

 

Con Nicolás Maduro no se ha perdido ni se perderá la República

Hoy en medio de agudas dificultades las agoreras voces de la derrota con rictus desesperados, voces temblorosas y cierta dosis de histeria repiten una y otra vez como mantra lo malvado de Nicolás Maduro y cada vez más convenciéndose de que la Revolución Bolivariana está perdida y que nos derrotarán el 24.

Ni Nicolás es Chávez, ni estos son sus tiempos, le ha tocado la más dura de las tareas… Mantener viva la Revolución Bolivariana, defender el legado histórico del Comandante Supremo y construir el socialismo que nunca será una tarea fácil.

Al obrero Nicolás Maduro le ha tocado esta tarea en medio de una fuerte crisis inducida por los factores de la derecha fascista a través del bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo estadounidense y sus lacayos y la lloradera desconsolada de una seudo-izquierda que pareciera añorar a la IV República y en el peor de los casos los tiempos del petróleo a 130$ y la bonanza económica.

 

Enemigos a derrotar por la Revolución en esta etapa

Es mucho lo que tenemos por delante en cuatro frentes bien definidos por un lado la derecha recalcitrante fascista que nunca dejará de atacarnos, los nuevos aliados que desde la izquierda le hacen el coro con discursos radicales y conducta de derecha, la burocracia interna que como quinta columnas hacen labor de zapa desde lugares claves en nuestras principales empresas y los tapamarillas, llorones y quejicas, troyanos y traidores y los infaltables rabanitos dojos dojitos y sus derivados que con su deshonrosa actitud hacen daño a la moral de un pueblo que resiste.

 

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Nicolás Maduro nunca se quebró ni cuando se perdió la Unión Soviética y el bloque socialista y muchos de los llorones huyeron para la derecha y es un trabajador por eso, con su designación Chávez, siempre visionario, nos dio una lección y un mensaje es por la izquierda y con la clase obrera y nos dejó nuestras herramientas fundamentales… la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores CBST y la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras LOTTT que forman parte de nuestra herencia política y que defenderemos hasta las últimas consecuencias.

Chávez, una y otra vez, nos salvó de una guerra civil, Nicolás nos lleva por el camino correcto de la historia.!!!

Prepararnos para el combate y derrotar la traición, la desidia y la artera cobardía.!!!

NO PUDIERON NO PUEDEN NO PODRÁN NI AHORA NI NUNCA.!!!

Somos el pueblo de las dificultades. Somos los de Bolívar. Somos los hijos de Chávez.!!!

A DERROTAR LA CANALLA Y CONSTRUIR LA VICTORIA SOCIALISTA Y SOBERANA.!!!

NO HAY PUEBLO VENCIDO!!!

 

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  • Jacobo Torres de León: Coordinador Internacional de la CBST, integrante de la Vicepresidencia Internacional del PSUV, Comisionado Nacional para el Sector Eléctrico. Combatiente

 

Jacobo Torres de León / Ciudad Valencia