La detección precoz de la enfermedad de Alzheimer, en sus etapas preclínicas, resulta crucial para prevenir el daño neuronal irreversible y realizar una intervención eficaz, subraya una revisión de estudios publicada en Frontiers of Medicine, la cual analiza exhaustivamente una serie de estudios realizados durante los últimos cinco a 10 años, los cuales estaban relacionados con esta enfermedad.
En la revisión, se estudian signos no cognitivos que pueden indicar la aparición de la enfermedad de Alzheimer, como síntomas conductuales y psicológicos, trastornos del sueño, deterioro sensorial y cambios físicos. Se sugiere que estos signos, aunque no son definitivos, podrían servir como predictores tempranos del deterioro cognitivo.
También destaca el papel del microbioma intestinal y el potencial de los biomarcadores sanguíneos en el diagnóstico temprano de esta afección.
A su vez, analiza en profundidad signos no cognitivos específicos, incluidos los síntomas conductuales de la demencia, las alteraciones del ritmo circadiano, y las alteraciones sensoriales.
La revisión señala la correlación entre estos síntomas y los cambios patológicos en la enfermedad, lo que sugiere una interacción compleja entre los signos tempranos y la progresión de la enfermedad.
El alzheimer a través de biomarcadores
Asimismo, resalta los avances en la investigación de biomarcadores, con especial atención a la neuroimagen, los marcadores sanguíneos, la metabolómica, el microARN exosomal y el papel potencial de los patógenos y la desregulación endocrina.
A este respecto, sugiere que estos biomarcadores, cuando se integran, podrían mejorar significativamente la detección temprana y el manejo de enfermedades.
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Ciudad Valencia / VTV













