Hoy quiero reflexionar sobre la tecnología VAR (del inglés Video Assistant Referee), que claramente pareciera no estar cumpliendo las funciones para las que fue creada.
Muchas voces del mundo del fútbol advierten “que la tecnología empieza a perder credibilidad”, y eso es algo peligroso de cara al futuro del llamado deporte rey, algo que yo también comparto.
Cuando la FIFA decidió impulsar el VAR fue para acabar con las polémicas en los partidos y hacer más justo el fútbol. En los medios de comunicación se hablaba de “que al fin iba a haber justicia en el fútbol”, lo que en general fue bienvenido, por fin los errores arbitrales se acabarían.
Pero hasta el momento no es así, en un poco más de dos años de uso, cada jornada que pasa, parece, en mi opinión y de especialistas en la materia, que el VAR está creando más problemas que soluciones.
No voy a condenar a la tecnología y no voy a ser ni juez, ni parte, pero sí percibo que todavía hay mucha fallas en algunos criterios, no puede ser tolerado que en un partido el VAR decida que una jugada es falta, tarjeta o penalti, y en otro partido se diga todo lo contrario.
Tengo que ser claro en lo siguiente, el VAR tiene más aciertos que errores, los estudios registran más del 97% de efectividad, pero tengo que destacar que en la mayoría de los casos es por posiciones adelantadas, y donde los resultados son maravillosos, pero cuando se tratan de otras jugadas, allí es donde comienzan las críticas a la tecnología y la tildan de doble rasero por sus decisiones desacertadas.
En su defecto, el VAR no está para interpretar una jugada, sino que su deber es hacer cumplir la regla, si no, seguiremos con más de lo mismo, polémicas y más polémicas en cada jornada, y esta vez no solo son los errores de los árbitros, ahora se suma también el video arbitraje, que al final siempre deja algún afectado en cada jornada.
La FIFA solo limita el uso del árbitro asistente a cuatro acciones que pueden cambiar el rumbo del juego: goles dudosos, penaltis y expulsiones directas (nunca por doble amarilla) y en confusión de identidad de un amonestado.
En ningún caso el VAR puede salirse de estos cuatro supuestos o interrumpir una jugada de peligro. Solo se podrán activar de la siguiente manera:
- Cuando se produce una de las acciones contempladas, el árbitro principal o el juez de video pueden solicitar la revisión.
- Los jueces de video observan la repetición instantánea de la jugada, e informan de lo que ha pasado al árbitro, a través del auricular.
- El árbitro de campo tiene dos opciones: puede aceptar el criterio de los jueces de video, o ver el video en la banda y tomar su propia decisión. La decisión del árbitro de campo prevalece.
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El fútbol merece respeto y sobre todo para los fanáticos. La FIFA y las Ligas de Fútbol, deberían tomar cartas en el asunto, aún están a tiempo para darle credibilidad a una tecnología que apenas comienza su uso, pero es obvio que no está funcionado claramente.
¡Qué viva el fútbol justo!
Ciudad VLC / Joan Planas
