En el Foro Universitario “Luis Beltrán Diaz”, alguien de ese grupo de Whatsapp, publicó un candente video de la abogada María Alejandra Díaz, en contra del candidato presidencial Nicolás Maduro Moros; el mismo fue comentado fragmentaria y ligeramente por el cronista popular Armando Amanaú, quien nos envió sus observaciones para la columna Sábado de Ciudad Valencia.
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“¿De quién fue la culpa? / no puedo saberlo…”; reza una vieja canción española. Pero, uno sí sabe; «lo que pasa es que a veces nos hacemos los pendejos», dijo.
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¿Qué propone la doctora y sus compañeros de ruta en el contexto del pleno proceso electoral presidencial que se vive ahora en Venezuela (2024)?
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Su planteamiento, ¿es neutral y sólo académico, de puro análisis político? ¿Beneficia a alguien o algo su intervención?
¿Es importante o no el proceso eleccionario? ¿Votamos o no votamos? Sartre dice que podemos o no votar; pero, que siempre elegimos. ¿Por quién “votan” las campanas?
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En estas elecciones hay dos posibilidades, asumidas en el
marco de condiciones específicas tales como el conjunto exógeno de restricciones económicas y políticas en contra del país:
4.1. La institucional, la del estado que promueve la elección constitucional.
4.2. La insurreccional, anarquista o injerencista, en contra de la elección.
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La vía insurreccional se justifica cuando es el producto de las fuerzas internas de cambio de una sociedad asfixiada por un estado opresor; aunque, ciertamente, para cierto análisis todo Estado es un instrumento de poder de una clase social en contra de otra; el clásico ejemplo: “la burguesía en contra de los trabajadores”.
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Una sociedad sin Estado sería, obviamente, una en la que previamente hayan desaparecido el antagonismo social y las clases mismas; es la propuesta de la Utopía, la de los anarquistas de izquierda, la comunista.
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La vía insurreccional se justifica, entonces, en la perspectiva de cambio estructural, cuando es revolucionaria; jamás cuando es producto del fascismo, de la exclusión social, de la presión hegemónica del gran capital, del neocolonialismo, y del capitalismo salvaje expresado hoy en las tesis del neoliberalismo.
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La tesis intervencionista es la del gobierno estadounidense, representada en Venezuela por la señora María Corina Machado con apoyo en “sectores de la ultra derecha y del ultra izquierdismo” que se han opuesto hasta hoy de diferentes formas al proceso electoral.
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La vía constitucional es ahora la única valedera para el país. Fuera de ella todo es parte de los planes de dominio y sometimiento neocolonialista. En la campaña internacional contra Venezuela los enemigos más perniciosos son los internos; son igualmente los más detectables; argumentar a favor de la anarquía es perderse.
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Hoy, 19 de abril de 2024, a doscientos catorce años del gran acontecimiento político que apuntaló a Venezuela como nación libre y soberana, el pueblo le dice no a la pretensión imperial contemporánea. Hasta cuándo.
MÁS DEL AUTOR: SÁBADO: “MARÍA CRISTINA NOS QUIERE GOBERNAR” POR LUIS ALBERTO ANGULO
Ciudad Valencia
