Conversación a plena voz con Armando Amanaú,
cronista popular y coplero de alto coturno…
En Venezuela se sabe hace mucho tiempo sobre la inhabilitación civil, por sentencia firme, en contra de la señora María Corina Machado.
Se le hizo un proceso legal porque ella representó a Panamá, siendo diputada en ejercicio de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, para pedir una invasión militar en contra del país que aspira gobernar. En el medio político se sabe de su inhabilitación, eso no es noticia.
Pero ella repite que es candidata y listo; que no necesitaba aclarar nada; que sin ella no habrá elecciones porque está por los gringos apoyada. Dice lo que sus jefes le indican; en verdad, no le interesa ser electa presidenta. Quiere dirigir la invasión, y desde luego, ser procónsul imperial.
Gran parte de la oposición anti bolivariana también está harta de los Machado, los Guaidó, los Borges, los Ramos y los López; ellos inmovilizaron a la oposición durante mucho tiempo; pero, nadie decía nada abiertamente; sin embargo, cuentan que un turco de Valencia fue quien puso la trampa en donde MCM cayó por completo para sacarla del juego electoral; su papel ahora es de atemorizar a los atemorizados en el continente; su nuevo rol, mientras tanto.
A propósito, vi una pinta en una pared: “Lula, Petro y Mujica con la derecha fascista”. Luiz Inácio y Petro pueden, quizá, estar entre los atemorizados; pero, Pepe no creo; este posiblemente solo quiso proteger a su connacional, a la profesora que, indicó Machado, podía sustituirle.
Doña Corina Yoris, la académica, tiene doble nacionalidad; supuestamente es venezolana uruguaya, algo que en Venezuela es absolutamente legal desde la Constitución de 1999, nuestro contrato social producto de una Asamblea Constituyente. Si a ella no la inscribieron fue porque la misma oposición no quiso; legalmente, si llenaba los requisitos, nada podía impedirlo.
María Corina Machado no va de candidata, tampoco su tocaya, la profesora; no obstante, la variopinta oposición lleva doce candidatos, todos en contra de Nicolás Maduro y lo que él es en el Universo de las representaciones: “Doce Judas y un redentor / por la causa de los pueblos, / se enfrentan tras el telón / de los legales empeños.”
El Aissami
Desde hace varios meses se sabía públicamente que había una firme investigación que lo implicaba de manera directa. A raíz de las “medidas coercitivas unilaterales”, el alto funcionario del gobierno según esto “se pagaba y se daba el vuelto”, como se dice en criollo, hasta generar uno de los mayores desfalcos a la nación venezolana. Es muy doloroso ver a una persona como él, que tuvo en sus manos las más altas responsabilidades, acusado por la Fiscalía de la República, con grilletes en las manos, retratado y señalado en público por la televisión, en imágenes que se reproducen por millones en el mundo. No me alegra para nada este cuadro; al contrario, me entristece. Confieso mi dolor y mi humillación.
Soy un ciudadano común de tercera edad; uno de esos enamorados de su país y de su gente, que ha sufrido junto con la inmensa mayoría el embate de guerra feroz de la política injerencista de los poderosos; un ciudadano común como tantos que ha apostado por su país sin exigir ni buscar prebendas. Me apena la confianza vulnerada; pero no albergo sentimientos de venganza; apelo a la justicia humana sin otra pasión a la que siento por esta tierra. Sin embargo, hay que insistir, todos tenemos derecho a la defensa y a ser juzgados por los tribunales correspondientes; que esto profundice y devele la agresión contra el país es un sentimiento de millones de nuestra gente.
Sin embargo…
Así sea un chivo bien grande, no debe ser un chivo expiatorio, o una víctima propiciatoria. Los venezolanos esperamos también el enjuiciamiento de quienes se han enriquecido obscenamente jugando a la oposición extremista anti chavista. Sabemos que hay gobiernos extranjeros implicados en esto. Sabemos, asimismo, que es una tarea titánica llevarles a un tribunal que garantice justicia; pero los ciudadanos venezolanos implicados en el mil millonario robo al país deben ser juzgados de manera que no prescriba nunca la sentencia, e históricamente sean señalados para el conocimiento de las actuales y futuras generaciones. Conocemos, empero, que el malinchismo carece de vergüenza histórica, eso sí nos diferencia.
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Luis Alberto Angulo [Rivas] nació en Barinitas, estado Barinas (VEN), en 1950. Coterráneo de los poetas Enriqueta y Alfredo Arvelo Larriva. Autor de las sumas poéticas: Fusión poética (UC), Antología del decir, La sombra de una mano y Coplas de la edad ligera (Monte Ávila Editores, col. Altazor). Prologa la edición en vida de la Obra poética completa de Ernesto Cardenal (Editorial Patria Grande, Buenos Aires, Arg.).
Premio del Concurso Internacional de la revista Poesía (Universidad de Carabobo) junto con los poetas Jim Seguel, Arnaldo Acosta Bello y Eli Galindo.
Ciudad Valencia
