La gangrena de Fournier

La gangrena de Fournier es una grave urgencia urológica que suele afectar a varones adultos entre 50 y 60 años.

Las enfermedades debilitantes como el cáncer, la diabetes, el alcoholismo y aquellas que bajan las defensas, favorecen el desarrollo de esta infección.

 

¿Qué causa la gangrena de Fournier?

Se debe a infecciones graves de las regiones genitourinaria y anorrectal, causadas por varias bacterias al mismo tiempo. También puede ser producida a partir de traumatismos en la zona. La diseminación de las bacterias obstruye los vasos sanguíneos que llevan el riego a la piel causando la muerte de los tejidos.

 

¿Qué síntomas produce ?

  • Dolor en la zona del periné (zona entre el ano y los genitales) y en la zona genital
  • Fiebre y escalofríos con gran afectación del estado general.
  • Zonas genital y perineal inflamadas, rojas, con ampollas, con gas y burbujas que se pueden tocar por debajo de la piel.
  • Taquicardia
  • Tensión baja
  • Olor fétido

 

La infección se extiende rápidamente al abdomen, al tórax y a los miembros inferiores.

El tiempo transcurrido entre la aparición de los síntomas y la solicitud de atención médica es de 2 a 7 días. Ese tiempo influye decisivamente en el pronóstico.

 

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la gangrena de Fournier se basa en la clínica y en la exploración física. Si bien las radiografías o el TAC son útiles para el diagnóstico, su realización no debe demorar la intervención quirúrgica.

 

Tratamiento para la gangrena de Fournier:

El tratamiento inicial de la gangrena de Fournier consiste en la estabilización hemodinámica del paciente (hidratarle con sueros y normalizar su tensión arterial) junto a la instauración de tratamiento antibiótico.

Inmediatamente debe procederse a una intervención quirúrgica bajo anestesia general con limpieza de toda el área comprometida.

El tratamiento antibiótico sin cirugía se asocia a muerte en el 100% de los casos. Puede ser necesaria la extirpación del testículo o la realización de derivaciones urinarias y fecales.

El tratamiento en el interior de una cámara de oxígeno (oxígeno hiperbárico) reduce la mortalidad, disminuye la diseminación de la gangrena y mejora la formación de tejido sano tras la limpieza quirúrgica.

La reconstrucción de la zona destruida debe iniciarse cuando el paciente se encuentre estable y las heridas tengan buen aspecto.

 

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Ciudad Valencia / Redacción Médica