Hoy vengo a hablarles un poco sobre la Chacona y la Folía echa para mi señora Doña Tarolilla de Carallenos del compositor italiano Andrea Falconieri (1585-1656), pertenecientes a su libro Il Primo Libro di Canzone, Sinfonie, Fantasie, Capricci, Brandi, Correnti, Gagliarde, Alemane, Volte per Violini e Viole ouero altro Stromento a uno, due e tre con il Basso Continuo, publicado en 1650; y con una interpretación liderada por el laudista y guitarrista canadiense Esteban La Rotta.

Comenzamos con la primera exposición del bajo de la chacona, hecha por el clavecín, tocando las notas solo tasto (sin armonizarla), luego se le une una guitarra barroca, haciendo sutiles acordes; después se le une una segunda guitarra barroca, ya aumentando la intensidad de la pieza tocando los acordes de una manera un poco más rústica, sumándole a eso que, en la unión de esta segunda guitarra, el clavecín comienza a armonizar la línea del bajo.

Y luego, se le une la viola da gamba la cual, durante esos primeros dos compases, no toca el bajo como está escrito, sino que hace una pequeña variación del mismo.

 

La Chacona-Esteban La Rotta
El laudista y guitarrista canadiense Esteban La Rotta.

Esto es muy interesante, porque vemos cómo cuatro instrumentos con la misma parte aportan algo distinto a la pieza, cada uno le da su propia esencia, comenzando de una manera simple, y poco a poco añadiendo más y más formas, que ayudan a ese primer crescendo que dará pie a la unión de los violines a este divertido baile que le han invitado los del continuo.

Las partes de ambos violines son evidentemente virtuosas, como lo son todas las chaconas de este período. Y en esta en particular sucede algo muy poco común en la época, y es que hay un cruce de voces entre el primer y el segundo violín, teniendo el primero líneas más graves que el segundo durante varios momentos. De hecho, en el final de esta chacona, el segundo violín es el que termina en el registro más agudo.

 

Entre los dos violines de esta chacona hay un diálogo fascinante. Uno pregunta, el otro responde; uno expone algo, y el otro imita, haciendo uso del ecco, famoso recurso muy utilizado en el período barroco. También hay momentos donde, por decirlo de alguna manera, se turnan las voces, y uno toca una parte de ella y luego el otro la termina, haciendo parecer que es un solo violín el que está tocando la línea superior y el otro solo acompaña con una segunda línea.

En esta grabación, bajo la dirección de Esteban La Rotta, podemos escuchar claramente a una percusión, que no toca todo el tiempo, sino que aparece y desaparece, aparece y desaparece. Pero, la realidad es que no hay ninguna percusión; o, mejor dicho, sí la hay, pero no con un instrumento construido para ello, como un tambor o una pandereta; aquí una de las guitarras, a su vez que toca los acordes, usa su mano para golpear la caja del instrumento, generando ese sonido percutido que escuchamos y que le queda excelente a esta chacona.

 

La Chacona-Falconieri

 

En el minuto 2:23 pareciera que la chacona terminó, pero no. Falconieri continúa con la chacona después de dos silencios, pero en vez de seguir a tres, que es como se suelen escribir estas danzas (salvo excepciones como la chacona de Les Elements de Jean-Féry Rebel, donde escribe ésta a 2), continúa a 4. Para mí ésta es como la coda de la pieza, ya que perfectamente pudo haber terminado ahí, en ese minuto 2:23.

En el minuto 2:39 tocan el calderón final, finalizando la chacona en el minuto 2:41. Pero aún no hemos terminado. Justo después de este calderón final, el clavecín improvisa un pequeño preludio en Re menor, dejándonos en un breve suspenso desde el minuto 2:48 hasta el 2:52, con un acorde de dominante en La mayor, que dará pie al comienzo de la Folía echa para mi señora Doña Tarolilla de Carallenos.

En general, esta folía constituye de unas variaciones sobre las famosas Folías de España, un tema muy popular del cual se han escrito numerosas variaciones a lo largo de la historia. Algunas veces son más rápidas, otras veces más lentas, otras veces el tempo cambia de variación en variación…

 

la chacona-andrea falconieri
Compositor italiano Andrea Falconieri (1585-1656).

Ésta en particular suele tocarse en un tempo intermedio, ni tan rápido (como lo puede ser una chacona) ni tan lento (como lo puede ser una passacaglia). Un tempo elegante, pero también divertido.

Aquí, los dos violines tienen momentos individuales donde se destaca uno de ellos, y la viola da gamba también, como podemos escuchar del minuto 4:56 al 5:06, donde ésta destaca sobre los violines. Y el continuo sabe muy bien cómo acompañar el baile, tocando a veces acordes suaves, y otras veces acordes más rústicos, rasgados, percutiendo la guitarra, etc.

En el minuto 5:13 podemos escuchar cómo se hace un pequeño ritardando, para continuar en un tempo mucho más lento, pero no estricto, muy ad libitum, dentro de lo que se pueda.

En la partitura, Falconieri escribe en ese compás, muy despacio, para indicar el cambio de tempo, que a mi parecer es como una especie de recitativo.

En esta sección podemos escuchar una gran cantidad de sonidos y colores. Las guitarras y el clavecín explayan al máximo los acordes, la viola da gamba improvisa algunas dobles cuerdas para cantar más su voz, mientras que los violines hacen floreos y floreos, mientras cantan con su instrumento.

 

 

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Del minuto 5:51 al 5:53, escuchamos un pequeño acelerando que nos lleva al tempo original, aunque más bien, un poco más rápido, más vivaz. Podemos escuchar el diálogo agresivo que hay entre los dos violines, mientras las guitarras acompañan con sus rasgados acordes y sus efectos de percusión, y la viola da gamba y el clavecín sosteniendo todo lo que sucede. Cada vez va subiendo más la intensidad.

El crescendo no para, cada vez es más y más fuerte, emocionándonos e intrigándonos por ver qué es lo que va a pasar, qué es lo que se avecina…

Finalmente, luego de un muy pequeño ritardando, con unas pequeñas y virtuosas escalas en los violines, llega el estruendoso calderón final, con trémolos de guitarra, explayados arpegios en el clavecín y un largo, pesado y contundente arco en la viola da gamba, sosteniendo dos pequeñas, pero emocionantes ornamentaciones de los violines, continuando con el crescendo hasta el final.

 

Pablo Manuel Agudo López / Ciudad VLC