Algunas veces hemos escogido para nuestro programa una palabra que es nombre propio de persona, como es el caso de Carmen, del cual hablamos recientemente. Nos parece entonces oportuno referimos ahora a la palabra onomástico, que tiene bastante que ver con el asunto.
Onomástico, definido en el diccionario como “perteneciente o relativo a los nombres y especialmente a los propios”, viene del griego onomastikós, derivado de ónoma, nombre, voz emparentada con el latín nomen, de donde procede la forma castellana.
El día onomástico –o simplemente el onomástico– es, pues, el día del santo de una persona. Debido a la costumbre cristiana de dar a los niños el nombre del santo que rige el día de su nacimiento, corrientemente se llama onomástico al cumpleaños, lo cual, por supuesto, no es exacto, dado que no siempre coinciden ambos. Lo cual después de todo poco importa al “amo del santo”, especialmente si se trata de un niño, porque, dígase como se diga onomástico, cumpleaños o santo, ésa es su fiesta y a él o ella no le interesan las etimologías, sino la alegría de recibir sus cuelgas, que le canten el “cumpleaños feliz”, picar su torta y todo lo demás.
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Otro uso muy corriente de la palabra es el que se le da en algunos libros que traen un índice de nombres propios, denominado precisamente índice onomástico. Además existe la onomástica, que es la disciplina científica que se ocupa de todo lo relativo al estudio y catalogación de los nombres propios.
Y por aquí cortamos para felicitar a los oyentes que estén de cumpleaños o de onomástico, dejarlos tranquilos de una vez para que vayan a tumbar sus piñatas, soplar sus velitas y abrir sus regalos.
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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
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