El pasado viernes 8 de septiembre fue inaugurada, en la ciudad de Mérida, la muestra expositiva “Autógrafos de Guerra”, del artista ruso Gennady Dobrov, en los espacios del Museo de Arte Moderno Juan Astorga.
La muestra llega a la ciudad andina gracias a la cooperación de Fundecem, la Gobernación del estado Mérida y la Embajada de Rusia, la cual se acompaña de una variada programación de conversatorios, música y cineforos.
Al artista Gennady Dobrov nació en Omsk (1937) en el seno de una familia de artistas visuales y estudió arte en la Universidad de las Artes Plásticas V. I. de Moscú, visitó los antiguos campos de concentración nazis en Polonia, Checoslovaquia y Alemania, y a partir de este momento comenzó a desarrollar una serie de retratos sobre el impacto de la guerra en la vida de los soldados del ejército rojo.
Por esta razón, se le conoce como “el pintor de los héroes soviéticos”, puesto que se dedicó a registrar el padecimiento de los soldados en su lucha contra el fascismo; hombres que fueron mutilados durante la Segunda Guerra Mundial.
A diferencia de Goya, Doborov dibuja a veteranos de guerra vivos haciendo una suerte de biografía visual al traer del anonimato las historias de hombres que sobrevivieron a estos conflictos, así, hace un registro de la historias de vidas de personajes sin manos, sin pies, ciegos, adentrando al espectador en un diálogo con la realidad de un tiempo histórico, así como, en la intimidad de las víctimas.
En una entrevista con la artista Daria Molostnova, Doborov expresó lo siguiente:
Cuando estaba estudiando, Kibrik decía todo el tiempo que mis dibujos son sólo un tercer plan para algo serio. Necesitamos encontrar un tema que sacuda a la sociedad. Ahora, si pudieras entrar en la casa de personas con discapacidad en Valaam… Y esta isla se convirtió en un sueño inalcanzable para mí: entonces no tenía dinero ni registro. Pasó una década antes de que lograra trabajar allí. Tan pronto como me casé, le di a la joven esposa las llaves del apartamento y me fui a la isla. Viví en Valaam durante tres meses, y a mi regreso fui con Lucy en un viaje de luna de miel a Crimea. En el camino de regreso, aprendí que también hay un hogar para discapacitados cerca de Bakhchisarai, además, todo el país, como una red, está cubierto con internados similares. Decidí continuar con el tema. Después de Bakhchisarai fue a Omsk, luego a Sajalín y Armenia. Durante seis años, hice 40 dibujos.
Desde el punto de vista plástico, a Doborov podría considerársele como un artista expresionista en tanto su obra hace énfasis en el estado emocional de los personajes, cuyo trazo plasma la angustia existencial de los sobrevivientes de la guerra, quienes intentan sobreponerse y reanudar sus vidas.
A juicio de Pedro Téllez, los retratos del artista son “retratos realistas del mundo interior”, representan “el cuerpo o la cara sobre un fondo longitudinal que coloca el fragmento de su presente de resiliencia, entre un antes y un futuro”.
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Sin duda, la obra de Doborov vuelve a recordarle a la humanidad que la guerra no es el camino para la solución de los conflictos, las consecuencias dejan profundas heridas en la historia de quienes viven para contarla
La muestra, que ha recorrido otros estados del país, estará en el estado Mérida durante todo el mes de septiembre.
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Vielsi Arias Peraza, Valencia, Venezuela (1982), docente egresada de la Universidad de Carabobo (UC) Mención Artes Plásticas. Ha publicado Transeúnte (2005), colección Cada día un Libro, editorial El Perro y la Rana; Los Difuntos (2010), editorial Fundarte, galardonado con Mención Honorífica Premio Nacional Estefanía Mosca; Los Difuntos (2011), reedición del sistema de imprentas regionales de Carabobo; La Luna es mi pueblo (2012), editorial El Perro y la Rana; Luto de los árboles (2021). Ha publicado también en distintas revistas nacionales literarias y académicas como: Cubile, A plena Voz, Revista Estudios Culturales UC, entre otras. Actualmente coordina la Plataforma del Libro y la Lectura del Ministerio de la Cultura en el estado Carabobo.
Ciudad Valencia / Foto de la autora por Luis Felipe Hernández
