Pasará el tiempo y seguiré siendo fan de esos romances adolescentes con historias profundas. De entre tantas de este tipo, escogí el camino del sufrimiento; en mi defensa, no creía que sería así de potente. Este drama romántico dirigido por Brett Haley, Violet & Finch, toca la salud mental y el duelo de una forma que… Dios, me resultó una cachetada. Es protagonizada por Elle Faning y Justice Smith y, gracias a Justice, me hice una promesa (falsa) de no volver a ver un film en donde él salga, porque fijo termino en un mar de llanto.
Argumento
Nos centramos en la vida de Violet que está pasando por un fuerte duelo y depresión por la muerte de su hermana. Y justo en un punto de quiebre, Finch aparece en su vida; él también parece tener asuntos que resolver, pero siempre busca tener una actitud positiva para Violet. Ambos se vuelven apoyo mutuo y emprenden el viaje más decisivo e introspectivo que puedan tener.
Un roto para un descosido
A veces las casualidades hacen de las suyas y Finch llegó justo en el momento preciso para salvar a Violet en el mismo lugar donde su hermana murió. Como les mencioné, desde aquí, Finch se aferra por sacar adelante a Violet, mostrándole lo maravillosa que ella es y los hermosos detalles que hay hasta en lo más “insignificante” de la vida. Aunque podemos ver que para Violet es una gran oportunidad de “volver a la vida”, no se daba cuenta, que quien necesitaba más ayuda era en realidad Finch, quien lidiaba con situaciones fuertes que lo llevaban a desaparecer y a tener comportamientos que, para los demás, eran raros.
Las piedras en nuestras vidas
Finch tiene un gran trastorno de salud mental, ni él sabe realmente qué le sucede, mucho menos quienes lo rodean. Podemos ver que tiene distintas facetas a lo largo de la historia: euforia, buen humor, apatía, retraimiento, golpes de energía y positivismo, depresión, ira… en fin, una caja de pandora emocional. Por más que él quería estar bien y hacer las cosas perfectas y hermosas para Violet, al no tener la ayuda que realmente necesita, termina por dañar lo que había creado. De cierta forma, Violet fue su forma de aferrarse a este mundo, a pesar de estar sobrecargando el dolor de ella y el de él mismo. Sin un sistema de apoyo real, todo se viene cuesta abajo, por más que se quiera mejorar o controlar las cosas.
En cuanto a Violet, además de su evidente depresión, sufre de estrés postraumático por la pérdida de su hermana. Su actitud tan apática la hizo alejarse de sus amistades (que también tenían problemas y nadie los notaba). El que Finch hubiera llegado a su vida, representaba un reto para sí misma ante la vida e ir superando poco a poco el miedo y el dolor; ver y conocer de nuevo lo bueno que ofrece la vida, crear recuerdos de buenos momentos y llenarse de experiencias positivas.
En la unión no siempre está la fuerza
El desarrollo de ambos personajes es hermoso y problemático a la vez. Violet ve a Finch como un héroe o algo por el estilo; mientras que para Finch, Violet era la búsqueda de una razón o una fuerza que lo ayudara a seguir resistiendo las adversidades de su vida. Mientras Violet le contaba todos sus pesares, Finch solo callaba y le daba la vuelta con algún mensaje positivo o reflexivo, no compartía nada de su vida con ella. A pesar de que su relación reflejaba solo lo positivo y lo bien que le hacía Finch a Violet, él se iba sobrecargando más y más cosas de sí mismo que le ocasionaban problemas con ella. Esto es una muestra de cómo afecta la falta de comunicación en la pareja y, obviamente, la falta de ayuda psicológica y un buen sistema de apoyo (para ambos casos).
A lo largo de la historia podemos ver la estigmatización de quienes padecen de algún trastorno mental o están pasando por una situación fuerte, se vuelven “los raros, los incomprendidos, los que no superan las cosas”. También la falta de empatía de los demás, así como la falta de intervención o apoyo psicológico, por eso Finch trata de resolver sus asuntos a su forma, escapando de todos. A veces no se ven esas pequeñas señales que nos gritan “me quiero aferrar a la vida, dame una razón”, Violet se dio cuenta muy tarde. Mientras Finch se encargaba de mostrarle todo lo hermoso de la vida a Violet, él estaba buscando una razón más y se terminó despidiendo de todo.
El film es muy impactante, ya para cuando te das cuenta de lo que está pasando, es muy tarde, ya estás empatada de lágrimas deseando que no sea verdad nada de lo que está pasando. Así que, es altamente recomendable verla con par de pañuelos a la mano y mucho chocolate. Recordarles que no recordamos días, recordamos instantes… somos instantes; y que una etiqueta no te define como persona. Y creo que está de más, pero si me lo preguntan, les responderé como siempre: “Sino la han visto, véanla, y si ya la vieron, vuélvanla a ver, no tiene pérdida de nada”.
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Isabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.
Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.
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