Por Luis Salvador Feo La Cruz P.: Cosas de la izquierda venezolana

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Por Luis Salvador Feo La Cruz P.: Cosas de la izquierda venezolana

En el antichavismo está ocurriendo lo mismo, no sé si hasta peor, pero hoy hablaré del polo zurdo…

Veo que, en la actualidad, Facebook y WhatsApp son los escenarios predilectos de unos cuantos panas que, desde siempre, se han identificado con factores de izquierda en Venezuela.

Creo que todos, en algún momento, coincidieron con Chávez, y muchos trabajaron para el Estado en esos años de cerdos gordos y dólares baratos. Cuando tengo tiempo, y sobre todo internet, me siento a leer sus comentarios.

 

Quienes más postean (así se dice, ¿no?), al menos de esos contactos, están encabronadísimos con Maduro, pero, extrañamente, no reaccionan cuando Trump y sus secretarios de Estado o del Tesoro, más sus aliados y voceros, anuncian alguna de las medidas que dictan contra Venezuela o su régimen o como lo quieran llamar, en ejercicio de esa “jurisdicción extraterritorial” que el gobierno de los EEUU siempre se ha atribuido.

En el pasado nada activaba más a un militante antiimperialista que una declaración injerencista de un dirigente yanqui. En este momento, al menos a ellos, no.  De pronto los ves en las redes sociales ofreciendo donas o carros en venta a cambio de unos pocos dólares caros y más tarde se fajan a teclear, identificándose con una izquierda dogmática en la que no militan, para inculpar al gobierno nacional por todos los males, padecidos y por padecer.

 

En lo que a mí respecta, no debato, cada quien sabrá por qué dice lo que dice, y cada cual tendrá derecho a hacer lo que considere y votar por quien quiera hacerlo, así no nos convenzan los argumentos que utilice y la oportunidad elegida. En definitiva, no me extraña.

Pero hay algo que sí me llama la atención: resulta que, si alguien declara a favor del Psuv o del gobierno, es víctima de un acoso incisivo que le infligen estos radicales alborotados.

Ahora Carola Chávez o José Roberto Duque, que tienen años escribiendo coherentemente lo que ellos piensan, son atacados por estos adalides de la democracia participativa y defensores de los derechos del pueblo.

 Por Luis Salvador Feo La Cruz P.: Cosas de la izquierda venezolana

 

Hace poco difundí la opinión de una joven periodista –ah, por lo que pasó en la residencia estudiantil de Caracas (por cierto, ¿en qué quedó ese rollo?)- y un atorrante, de uno de estos partidos sectarios de siempre, le imputó ser cuidadora de un puesto.

Confieso que me reí: quien ejerza alguna función en el gobierno, en estos tiempos, no está cuidando cargo, está pariendo día a día, cumpliendo su rol, más por compromiso que por otra cosa, a pesar de un salario que no le permite subsistir.  No creo que este “dirigente” no lo sepa.

Se ve claramente que tienen una necesidad tremenda de desmarcarse del gobierno, de ser oposición desde la izquierda. Y, la verdad, me parece indispensable la diversidad y chévere que se organicen porque, por sí solos, estos grupos de activistas –algunos dicen representar partidos tradicionales- no pasarán de ser unas células minúsculas de ciudadanos críticos y respetables.

 

Chávez, con su liderazgo y sus votos, logró cohesionar casi todas las tendencias de izquierda más varios núcleos religiosos, independientes, pragmáticos y muchos oportunistas, durante la “bonanza” petrolera.

Ahora, luego de estos cinco años consecutivos de cercos, bloqueos y confiscaciones, en uno de los momentos más difíciles que hemos atravesado como pueblo, era de esperarse este comportamiento inverso de parte de una porción de esas mismas individualidades.

Quién sabe en qué terminará la unidad electoral que pudo construir el chavismo durante dos décadas. Si bien, hasta 2013, hicimos análisis del escenario polarizado, hoy no contamos con información fresca de lo que se plantea en las organizaciones que conforman o conformaban el Gran Polo Patriótico.

Por Luis Salvador Feo La Cruz P.: Cosas de la izquierda venezolana

 

En los próximos días se irá aclarando el panorama que, por cierto, justo al momento de terminar este escrito, se movió con la intervención del TSJ y la designación de las juntas directivas de dos de esos partidos: PPT y Tupamaro (además de las dictadas a dos toldas de derecha: Primero Justicia y AD). Revisemos esos casos.

De antemano, recuerdo cuando, a mediados de 2012, el TSJ intervino en Podemos y PPT. Y seguro estoy que algunos que se arrecharon hoy, ni chistaron aquella vez.

Viernes, 21 de agosto de 2020

 

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Ciudad VLC / Luis Salvador Feo La Cruz P.